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Haaland como síntoma de la realidad del Barça

El Barcelona ni siquiera puede inscribir a Andreas Christensen y Franck Kessié, dos futbolistas que terminan contrato este 30 de junio y que tienen apalabrado su fichaje por el conjunto barcelonista. Llegarán gratis para reforzar una plantilla desequilibrada, pero si no empiezan a salir jugadores se quedarán sin dorsal. "Tiene que salir gente para que entren otros", reconoció Xavi Hernández en la rueda de prensa previa al partido ante el Celta de Vigo. Es la realidad que vive el Barça. La situación económica mejora a pasos diminutos, con lo cuál el club azulgrana no podrá hacer grandes inversiones en este próximo mercado de fichajes. En verano de 2021 tuvo que desprenderse de Leo Messi y Antoine Griezmann y ni así consiguió un límite salarial positivo (-97 millones). Un año después, la situación será la misma si no se cierra antes una inyección de dinero que limpie los fondos propios negativos, que actualmente superan los 400 millones. Unos fondos propios positivos serían la clave para recuperar margen salarial.

Los socios y aficionados al Barcelona deben sacarse de la cabeza el fichaje de cracks mundiales. Haaland no pudo ser, como tampoco podrán ser ni Sadio Mané, ni Raheem Sterling, ni Romelu Lukaku, ni Bernardo Silva. Ni cualquier otro futbolista por el que el club barcelonista deba invertir una cantidad importante en traspaso y salario. Veremos qué sucede con Lewandowski, pero 40 millones el Barça no los podrá pagar. El esfuerzo fue bárbaro para fichar a Ferran Torres en invierno, tanto que parte de la ejecutiva de la entidad se puso las manos a la cabeza por el riesgo que suponía. Ocho días después de cerrar el mercado de traspasos de invierno, el CEO Ferran Reverter dimitió por discrepancias con la gestión del presidente Joan Laporta. Entre otros motivos, como la idea de transformar el club para asemejarlo a los competidores, Reverter no vio claras las inversiones deportivas en un momento en el que los esfuerzos estaban centrados en reducir gasto.

Este verano, los objetivos vuelven a ser claros: desprenderse de futbolistas que cobran muchísimo dinero para rebajar una masa salarial insostenible, reforzar el equipo con jugadores que terminan contrato y por los que se pueda negociar un sueldo a la baja y seguir buscando desesperadamente ingresos para conseguir números económicos positivos. Sin salir de la crisis, el Barça no podrá competir en un mercado que sigue inflacionado pese al impacto que supuso el Covid-19. "Es una situación complicada, de las más difíciles de la historia del club", dijo Xavi en la sala de prensa. E insistió: "La situación económica nos marca mucho, veremos cómo lo solucionamos. Dependerá de lo económico. Si quieres algo y no lo puedes tener porque no tienes dinero tienes que obrar de otra manera. El guión es fácil, dependerá del dinero que hagamos una cosa u otra. Es dura la situación, pero es nuestra realidad". Habrá que ir asumiéndolo.

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