Para nadie es un secreto la excelente relación personal y profesional que llevan desde hace ya varios años James Rodríguez y Carlo Ancelotti. Jugador y entrenador han tenido la oportunidad de compartir los camerinos y las charlas técnicas en tres clubes diferentes, con el resultado de un James potenciado y en gran nivel, cada vez que fue moldeado y dirigido por el estratega italiano.
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"Cuando James está en forma, tenemos más posibilidades por delante, más oportunidades, porque tiene mucha calidad. Pases clave, pases finales, tiro final. Es absolutamente normal", son palabras habituales para referirse a su pupilo por parte del italiano, que ha buscado siempre la manera de tener a James en sus equipos, situación que no siempre ha terminado de la mejor manera para el colombiano.
Tras la salida de Carlo del Real Madrid, justo en el que ha sido el mejor momento de la carrera de James tras el Mundial de Brasil en 2014, las cosas comenzaron a marchar de manera regular, la llegada de Rafa Benítez y posterior anuncio de Zidane, fueron momentos claves en el descenso del colombiano, que un par de temporadas más tarde sería rescatado por el italiano, que para entonces dirigía al poderoso Bayern Munich.
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La historia se repitió en el gigante bávaro: James llegó, se adaptó, brilló, pero para ese momento el banquillo del club, lleno de figuras muy respetadas, ya había decidido "hacerle el cajón" a Carletto, quien se marcharía unos meses más tarde, dejando al volante a la deriva una vez más.
La suerte parecía sonreírle a James con la llegada de Heynckens, quien le dio la confianza para destacar, pero tras su rápida salida y posterior llegada de Kovac, se repitió la historia del Real Madrid, a donde James tuvo que volver tras ser relegado al banquillo del campeón alemán.
Notablemente contrariado, sin visibilidad alguna y en medio de rumores por su mala relación con Zidane, James volvió a recibir el siempre oportuno salvavidas de su amigo Carlo Ancelotti, quien esta vez y desde la Premier League, le daba una oportunidad de oro de probarse en otra de las grandes ligas y recuperar el nivel que lo llevó a ser de los jugadores más cotizados en su momento.
Alexander Hassenstein/GettyYa instalado en Liverpool, James comenzó a dar puntadas de lo espectacular que llega a ser su fútbol cuando la confianza, el físico y la inspiración se juntan, no en vano fue uno de los debutantes destacados en la anterior temporada de la liga Inglesa, a pesar de sufrir en exceso con las lesiones de comienzo a fin.
Justo y cuando James pensaba que había encontrado estabilidad en Inglaterra y que la siguiente temporada tendría todos los elementos para llevar a Everton a copas internacionales, objetivo principal de los Toffees a corto plazo, Ancelotti lo vuelve a dejar, esta vez para regresar a un lugar al que, tal vez, James no desee o no pueda volver, el mismo Real Madrid que fue una pesadilla para el creador de juego colombiano, que parece partir caminos por largo rato con su maestro y amigo de varias batallas.