Nunca lo tuvo fácil el Sevilla para ganar ninguna de sus cinco Europa League. Tuvo que superar nevadas, prórrogas, tandas de penaltis y marcar goles imposibles y ahora para buscar la sexta en 2020 el camino tampoco está siendo de rosas.
Tras la suspensión del torneo en marzo por el coronavirus, el Sevilla tendrá que jugar desde octavos a partido único y ya sabe que el camino no será sencillo, ya que en octavos de final se medirá a la Roma pero presumiblemente en cuartos y semifinales le tocaría verse las caras con dos de los equipos de moda de la Premier League: el Manchester United y el Wolverhampton.
El Sevilla acabó LaLiga como un tiro, imbatido en las últimas 11 jornadas con 6 victorias y 5 empates en su casillero pero cuando volvió a los entrenamientos para preparar la Europa League se encontró con un positivo por coronavirus entre sus jugadores. Gudelj no podrá estar ante la Roma y además el club tuvo que parar los entrenamientos y se medirá al equipo italiano sin casi haber entrenado en grupo antes del cruce. Efectivamente, ganar la Europa League no es fácil y el Sevilla lo sabe mejor que nadie.
El torneo que puede encumbrar a Lopetegui
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El técnico ha cambiado las dudas iniciales que había cuando se anunció su contratación por un respaldo mayorirario. Monchi tuvo que enfrentarse a feroces críticas cuando firmó a Julen Lopetegui por tres temporadas pero sólo un año después muy pocos no han cambiado de parecer.
El ex del Real Madrid se ha mostrado en el Sevilla como un técnico trabajador que ha cimentado su equipo en una asombrosa seguridad defensiva que le han hecho terminar cuarto en LaLiga tras sólo sumar 6 derrotas en la temporada y con los mejores números fuera de casa que se recuerdan. Su gran lunar fue la eliminación en la Copa del Rey ante el Mirandés pero espera hacerla olvidar en la atípica Europa League en la que está a sólo 4 partidos de tocar plata.
Próximos partidos
El último sueño de Banega
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En un Sevilla muy bien armado a nivel defensivo pero con poco gol en sus delanteros, la imaginación de Banega vale su peso en oro. El argentino afronta su último gran torneo con el club de Nervión antes de marcharse a Arabia Saudí y en los últimos partidos de LaLiga mostró que está a su mejor nivel. Su motivación será máxima por ganar el trofeo por tercera vez con el Sevilla y despedirse por todo lo alto como hizo en 2016.
Su compatriota Ocampos, máximo goleador del equipo, el incombustible Jesús Navas y el renacido Munir tras el confinamiento son los tres otros grandes argumentos ofensivos de un Sevilla que basará su futuro en la competición a conceder lo menos posible. Aún así se espera que la Europa League pueda servir para que jugadores como Suso y En Nesyri puedan cambiar las malas sensaciones de sus partidos del último tramo de Liga.
Un bloque muy definido para buscar el título
Los sevillistas se saben prácticamente de carrerilla el once que presumiblemente va a usar Lopetegui contra la Roma a excepción de la duda de Vaclik en la portería. El portero checo ha vuelto a entrenarse tras la lesión que sufrió pero aún así podría tener Bono contiunidad en la portería.
Al margen del portero, la columna vertebral será la misma con Diego Carlos y Kouné en el centro de la zaga con Navas y Reguilón en las bandas. Banega y Fernando tienen el puesto asegurado en el centro, mientras que Jordán u Óliver Torres se postulan para acompañarlos. En ataque Ocampos, Munir y De Jong tienen el puesto casi asegurado.
