El Atlético de Madrid ha mostrado buenas sensaciones en el primer compromiso de la era Óscar Fernández. El cuadro colchonero, a pesar de caer ante el Milan, ha mostrado una imagen renovada, demostrando su apuesta por el control de la posesión y un fútbol vistoso. La falta de puntería fue clave, sobre todo en la segunda mitad, por lo que las rojiblancas tienen cosas que pulir de cara al inicio de la temporada.
En la primera mitad, el cuadro de la capital de España salió con ganas de dominar y controlar el partido. El cuadro de Óscar Fernández apostó por apretar a su rival, teniendo el control de la posesión y dominando los espacios. El Milan, por su parte, intentaba aprovecharse de los errores que pudiera tener el cuadro local en defensa para poder hacer el máximo daño posible y poner contra las cuerdas a la zaga rojiblanca. Sin embargo, el cuadro colchonero no se mostraba con demasiadas debilidad. Al contrario, la solidez fue una seña de entidad del equipo local en los primeros minutos, lo que minimizaba las aproximaciones del conjunto italiano.
El Milan, un equipo con mordiente
A pesar de esto, en una grieta defensiva rojiblanca, el Milan aprovechó para adelantarse en el marcador. Giacinti, con un suave remate, al que no pudo llegar Silvia Meseguer, puso por delante al cuadro italiano, apretando las tuercas a un Atlético de Madrid que no se podía permitir iniciar su nuevo proyecto con una derrota. En los minutos posteriores al gol, el Atlético intentaba no descolgarse, frente a una escuadra, la rossonera, que luchaba por marcar el segundo gol y poner tierra de por medio cuanto antes. Finalmente, en una buena jugada, Bárbara regateó a la guardameta visitante, y a placer, Deyna, que acompañaba la jugada, anotó y marcó el primer gol de la era de Óscar Fernández en el banquillo del Atlético.
Un Atlético dominador que no tuvo fortuna de cara a puerta
Tras la diana del empate, las tornas cambiaron. El Atlético volvió a controlar el partido, y con el paso de los minutos, el Milan se fue apagando de forma gradual, teniendo muy pocas aproximaciones al campo colchonero. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos locales, el cuadro italiano, con un buen remate de Lindsey Thomas, se volvió a adelantar en el marcador a falta de pocos minutos del descanso.
En la segunda parte, el cuadro colchonero empezó pronto a hacer cambios, en la portería más concretamente. La tendencia a la vuelta del descanso fue prácticamente la misma que en la primera parte: dominio colchonero, añadiendo mordiente y presencia todavía más en ataque para poder volver a empatar el encuentro. Bárbara Latorre, una de las más activas, tuvo una de las mejores ocasiones. Tras sortear a la defensa, la ex jugadora de la Real Sociedad falló en la definición, dejando escapar el posible empate por el momento.
La puntería, un factor clave
Las buenas sensaciones cosechadas en la primera parte crecieron en la segunda. La buena imagen del equipo de Fernández propició que las aproximaciones no tardaron en llegar, poniendo contra las cuerdas a un Milan que se echó hacia atrás y esperaba cualquier espacio para hacer daño al contragolpe. De nuevo, el Atlético tuvo una de las ocasiones más claras. Amanda, recuperando su mejor versión, estrelló un balón en el poste que pudo suponer el 2-2 en Alcalá. En una jugada desafortunada, el Milan puso la sentencia. Lindsey Thomas, firmando su doblete, tras recoger un rechace, puso el 1-3 definitivo que le da la victoria al cuadro italiano. Meseguer tuvo la opción de recortar distancias, pero su disparo se fue al poste, siendo la última gran ocasión de un encuentro en el que el Atlético puede, y debe, sacar muchas conclusiones positivas.