Boca y Estudiantes protagonizan uno de los partidos con más historia del fútbol argentino: el equipo platense es el cuarto rival al que más veces enfrentó el Xeneize desde que se instaló el profesionalismo en 1931, con 190 enfrentamientos solo en torneos de Primera División (sólo jugó más contra River y San Lorenzo, mientras que superó a Independiente). De todos modos, no existe una rivalidad deportiva entre ambos conjuntos, por una simple cuestión: el cuadro de la Ribera le lleva 60 partidos en el historial completo (amateurismo y profesionalismo) al Pincha, lo que representa la mayor paternidad de todo el fútbol argentino.
Boca lleva ganados 114 encuentros contra Estudiantes, que solamente le ganó 54 desde el primer duelo jugado en 1911. Tan desparejo es el mano a mano que, en la historia, los triunfos del León son la misma cantidad que los empates. En total, el Xeneize anotó 354 tantos, contra 232 del equipo de La Plata. Y en La Bombonera, donde se jugaron 100 encuentros, el Pincha apenas pudo celebrar 10 veces, en 24 ocasiones logró empatar y fue triunfo azul y oro en 66 choques.
A pesar de la enorme diferencia en favor del conjunto de la Ribera, hay dos cuestiones ligadas entre sí que muestran un importante cambio en la lógica: porque fue el Pincha el que ganó el cruce más importante entre ambos por torneos locales: en la final del Apertura 2006, el equipo que dirigía Diego Simeone derrotó 2-1 al Boca de Ricardo La Volpe y se consagró campeón después de remontar una diferencia de 4 puntos a dos fechas del final del certamen.
Y tan trascendental fue aquel encuentro que, desde entonces, el historial aún favorece a Estudiantes: en los 30 duelos disputados desde aquel 13 de diciembre del 2006, el León ganó 14 encuentros, contra nueve de Boca, entre los que se incluyen dos eliminaciones en duelos mano a mano: el 3-2 en la semifinal de la Copa Argentina 2023 y la victoria por penales 3-1 luego de empatar 1-1 en la semi de la Copa de la Liga Profesional 2024.