El gran mérito de Guardiola en Inglaterra

Empiezan a escucharse ciertas opiniones sobre la Premier League equiparando el nivel de previsibilidad en el campeón con Alemania, la reciente época hegemónica de la Juventus durante una década en Italia o el infinito dominio del PSG en Francia respecto al resto (a pesar de dejar títulos de Liga sin ganar). El Manchester City, salvo debacle, va a ganar la quinta Premier League en seis años. Y eso a muchos no les gusta.


Ahora bien, echando la vista atrás, vemos, primero, dos campeonatos ganados en la última jornada al Liverpool (temporadas 2018/19 y 2021/22), indicativo inequívoco de la paridad entre dos monstruos del fútbol inglés. Segundo, el número de puntos logrado por los Sky Blues en sus títulos. 100, 98, 86, 93. Este año, en caso de ganar los tres partidos que tiene por jugar, podría hacer 94. Una regularidad bestial. 


Si algo caracteriza o identifica a la Premier League a día de hoy, es su salvaje competitividad cada fin de semana. La capacidad económica de los equipos hace que cualquiera de los miembros de la tabla clasificatoria pueda hacer adquisiciones atractivas y competitivas para competir con cualquiera. Sin ir más lejos, los dos equipos que han conseguido sacar puntos en el Etihad este año han sido el Brentford, (ascendido el año pasado) y el Everton (luchando por salvarse). Por si fuera poco, los Citizens cayeron en Copa de la Liga ante el Southampton (colista en la tabla y ya relegado de categoría).


¿De verdad se puede cuestionar una supremacía de este calibre? Una competición en la que han estado los mejores entrenadores con plantillas exquisitas y presupuestos más que abundantes. Ni Tuchel con el Chelsea, ni Mourinho con el Manchester United o el Tottenham, ni Arteta o Emery con el Arsenal. El único que ha tenido la consistencia para poder equiparar su regularidad y constancia ha sido Klopp con el Liverpool (y la superó con creces el año interrumpido por la pandemia). Sólo los Reds, que también han sido su pesadilla europea en 2018 y en la FA Cup en 2022, han sido un verdadero rival para la obra de Guardiola. 


Queda por ver en qué queda la investigación en curso de la Premier League sobre los procedimientos del club. Pero eso empezó mucho antes de la llegada del entrenador español a Mánchester y acabó poco después del inicio de su estadía. Intentar ridiculizar un modelo tan exitoso (al menos en cuanto al torneo liguero se refiere) parece un sinsentido injustificable. El City domina el fútbol inglés sin paliativos.