El estilo de juego no nace de una casualidad o por la acumulación de grandes futbolistas con buen pie. El estilo se trabaja en cada entrenamiento: se explica, se ejercita, se pule y se lleva al campo del juego. El segundo gol del Sevilla frente al Valencia, en los octavos de final de la Copa del Rey, es un ejemplo claro: 37 pases consecutivos y participación de los 11 jugadores para que Luuk de Jong anote el 2 a 0 en el Sánchez Pizjuán.
El tanto, para la estadística, será del delantero neerlandés. Pero gol le pertenece a Julen Lopetegui: es un reflejo de sus intenciones (primero), de su trabajo y de su convencimiento para plasmar una idea con resultados plausibles.
Un día puede salir bien; otro día, esa intención, saldrá mal. ¡Pero salud por la iniciativa! ¡Y salud por el fútbol!