OPINIÓN
El Barcelona se está apuntando a la tendencia del Atlético de vencer con apuros o por la mínima en sus últimos encuentros . Mientras el Atlético lleva rentabilizando la producción goleadora durante toda la temporada, el equipo de Valverde se ha contagiado en los dos últimos meses, volviéndose más ‘cholista’, como ha quedado demostrado en el triunfo culé ante precisamente el Atlético del Cholo Simeone.
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Todo ello pese a arrancar el año con las pilas cargadas –tras lograr dos manitas, ante Celta y Betis- y una abultada victoria ante la Real Sociedad en este 2018, para poco después recular, como preparándose ante la cuesta de enero y el regreso a la Champions.
Las energías parecen haberse relajado en estos últimos encuentros, especialmente desde la última victoria contra el Espanyol en Copa, manifestándose en los tres empates ante Espanyol, Getafe y Las Palmas más las victorias por un gol contra Alavés y Valencia. Solo la goleada ante el Girona ha roto esta dinámica más conservadora.
Al triunfo apurado ante el Eibar por 0-2, cimentado en el 87’ y con un hombre más por una polémica expulsión a Orellana, le ha seguido el práctico 1-0 ante el Atlético de Diego Simeone, reforzando la versión moderada de un Barcelona que afronta las tres competiciones con buen ritmo, algo más pausado, pero con el mismo paso firme de siempre.