
El mercado de fichajes de invierno aparece en la mayoría de clubes como una solución de emergencia y como un costoso salvavidas que, a precio de oro, ofrece una opción alternativa a lavar la imagen de aquellos que no supieron interpretar bien las dificultades de la larga temporada futbolística. Suelen ser refuerzos muy experimentales, forzados, más caros de lo que serían en verano y movimientos que se ven impulsados por la urgencia, mala consejera cuando los impulsos obligan a firmar cheques de manera poco cerebral. Pero entre todos esos nombres que el fútbol mundial tenía perfectamente apuntados en la lista de deseos para el nuevo año, uno de los que más celeridad requería era Dani Olmo.
Probablemente hablamos de la perla más codiciada del fútbol español si nos basamos en que lideró a un equipo de Champions para corroborar que la decisión que tomó hace años de abandonar La Masía para buscar protagonismo juvenil en el Dinamo de Zagreb, había sido un acierto. Probablemente también hablamos del futbolista español más desubicado en contexto pese a la grandeza que ya tiene, pues fue clave en la última Euro U21 ganada por España y ante su ruido, merecido y vociferado, incluso alcanzó la internacionalidad absoluta con España. Y, también probablemente, toda esa aureola en torno a su capacidad y crecimiento, hizo que ante la eliminación Champions del equipo croata, decidiera abandonar el equipo donde más no podía ofrecer y donde debía poner punto y final en busca de mayores retos al tiempo que ayude a las arcas del gigante fútbol croata. Decidida la salida, tocaba elegir destino y con su enorme proyección, las propuestas llegaron de cualquier país, campeonato y pretensión.
Se rumoreó un regreso al Barcelona, se apuntó a que el Milan (con el croata Boban como director deportivo y maniobras icónicas en su país), lo tenía casi cerrado y en las últimas horas llegaron ofertones desde Hertha de Berlin y Bayer Leverkusen. Pero Dani Olmo tenía una cosa clara, quería jugar la Champions League este próximo mes de febrero porque, a nivel personal, es la competición que sabe que más focos puede ofrecer a su carrera y, además, actualmente es la que más posibilidades de foco protagonista puede otorgarle para su gran meta, jugar la próxima Eurocopa 2021 con la selección española (recuerdo, por cierto, que Croacia intentó nacionalizarlo y charló con él para conocer sus idea, pero se negó, pues siempre quiso triunfar con España).
GettyAnte esas prioridades y teniendo en cuenta la fortaleza de la propuesta, insistente, creciente y potente conforme avanzaban los días donde tocaba elegir, el destino era Leipzig. El club principal de la factoría Red Bull, que cada año ha ampliado su capacidad competitiva hasta el punto de ser líder actual de la Bundesliga alemana por encima de Bayern o Borussia Dortmund, ha dado el salto definitivo tras años de creación de proyecto desde el silencio. Una institución que nunca pudo dejar a un lado la polémica por su origen mastodónticamente empresarial, pero que en lo estrictamente deportivo, jamás se salió del contorno de ideales con los que nació. Siempre apostó por crear una base de futbolistas jóvenes, con proyección, con posibilidades de crecimiento y en plena progresión, para poder impulsarlos, crear un equipo competitivo y darles salida al tiempo que, con esas cifras, se aupaba más y más en la élite. Ya está en ese podio pues, además de su gran clasificación liguera, está en octavos de Champions League y tiene opciones reales de pasar a Cuartos porque se enfrenta al dubitativo Tottenham.
El Leipzig creció con el silencio que siempre aportó un genio táctico, enamorado de la innovación y abanderado del vanguardismo del nuevo siglo en el fútbol alemán, el gran infravalorado Ralf Rangnick, director de fútbol y líder absoluto del proyecto en base deportiva. El pasado año decidió ponerse al frente hasta que llegaba a su banquillo el inquilino ideal que ya tenían contratado, el eternamente joven y ampliamente valorado como ‘el más listo de la clase’ del fútbol alemán actual, Julian Naggelsmann. Un equipo de jóvenes aspirantes a estrellas en el césped, liderado por el joven aspirante a estrella de los banquillos. Sí, en Leipzig sólo el central Ilsanker (que no es fijo este año) y el portero suplente Tschauner (al que ya han buscado recambio para el próximo en el español Josep Martinez, actualmente en Las Palmas), alcanzan la ‘treintena’. La base es sencilla, pues la media de edad se sitúan en los 23 años. La fórmula responde a un éxito ya real que hay que consumar definitivamente estos próximos años. Y ahí entra la operación Dani Olmo.
El fichaje del español se cierra en torno a los 28Mill€ más unos 12Mill€ más por variables. Cifras que, pese a ser altas, no son imperdonables para quien sabe que Dani asegura rendimiento y amplias posibilidades de venta futura a precios desorbitados. Naggelsmann es uno de los encargados de multiplicar el rendimiento de Dani Olmo, pero este curso el técnico ha variado muchísimo su planteamiento, por lo que no resulta sencillo averiguar el rol exacto de la estrella española. El fichaje del francés Nkunku (perla criada en el PSG) y del checo Schick (que brilló joven en Sampdoria y le estaba costando en Roma), han generado que el hasta ahora líder creativo, el sueco Forsberg, así como el comodín ofensivo danés, Poulsen, hayan perdido poco a poco fuerza como ascendentes principales del equipo. Y ahí es donde Dani Olmo tendrá cabida. El Leipzig ha jugado este año hasta con cuatro esquemas diferentes. Desde el 4-4-2 al 4-2-3-1, pasando por línea de tres centrales y un ‘experimental’ 4-3-1-2 donde, por ser Olmo principalmente jugador entre líneas y fenomenal llegador, podría llegar a incrustarse. Ahora mismo, imagino ese rol de ‘enganche’ o de jugador que ocupe una zona izquierda de ataque (la que ocupa u ocupaba Forsberg) con libertad de movimientos y apariciones.
De todas las posibilidades que manejaba, la elección de Dani Olmo parece acertadísima. Club donde podrá crecer, que le dará espacio para su potencial, que tendrá un entrenador ideal para sacarse rédito, que tiene una marcadísima cara ofensiva y que juega Champions League al tiempo que se consolida incluso como aspirante a ganar la Bundesliga. Ya era hora de tener a un español, y de los buenos, en suelo germano dentro del equipo con más proyección de Europa. El equipo de los toros, acaba de contratar al más talentoso de todos.

