Dolió tanto pero ganar allá siempre pareció imposible.
Chile ganó las dos Copas América y en Maracaná, después de resignar un proceso clasificatorio al Mundial, no encontró revancha y como la historia se impuso celebró el pentacampeón y La Roja pasó a depender de milagros, pues queda medio cupo disponible y son tres las selecciones con chances de llenarlo, con Lasarte y compañía como la tercera alternativa, dependiendo de que se caigan tanto Colombia como Perú.
El relato de la dolorosa goleada
Brasil ganó y 4 a 0 con una actuación soberbia de sus secuencias del carril central en dirección a Neymar, que ofició de 9, y los penales que descolocaron la retaguardia de un Bravo siempre amuleto pero súper batido en un escenario estelarísimo como el resultado para Tite, que roncó toda la Eliminatoria.
La Roja lo sufrió primero a Ney vía penal pero Vinícius fue realmente quien le descartó la ilusión a Machete con un atropello que le equipara el peso a su temporada con el Real Madrid. Con la iniciativa de descontar para competirle a los demás candidatos, y un gol anulado a Arturo Vidal en la amarga historia, Philippe Coutinho conquistó un nuevo grito desde los 12 pasos y Richarlison se floreó en los descuentos con un derechazo de ensueño. Chile necesita un mejor resultado que Colombia y Perú, vs. el clasificado Uruguay, para ser quinto, una opción que luce tan lejana pero todavía no imposible: el martes es el último baile de la Generación Dorada, con todo lo que aquello conlleva.
