Querido, respetado, alabado, reconocido. Lúcido, paternal. Así era Alejandro Sabella. "Un técnico tiene que ser docente, pero para ser docente tiene que ser decente", reflexionaba en una de sus premisas públicas quien llevara a la Selección Argentina al subcampeonato mundial en 2014.
El parte médico oficial de la muerte de Sabella
Gracias, Pachorra.