El Real Madrid ha diversificado su estrategia de mercado en la segunda etapa de Florentino Pérez, con una fórmula más heterogénea que aquel Zidanes y Pavones de principios de siglo. Ahora se apuesta por los cracks del futuro (Vinicius, Rodrygo, Brahim o Kubo son algunos ejemplos), se intenta sin mucho éxito ir a por estrellas (Mbappé y Pogba son los casos más evidentes) y se planean acuerdos con futbolistas que entran en su última temporada de contrato o quedan libres, como sucede ahora con David Alaba (28 años).
La contratación del austriaco, cuya vinculación con el Bayern, que da por hecho que irá al Madrid, expira en junio, da continuidad por estilo a las de Toni Kroos, Thibaut Courtois o Eden Hazard. La misión es más viable y clara que con otro tipo de operaciones: ante la alta dificultad de conseguir a los top del globo por el actual régimen económico en Europa, donde en el Bernabéu señalan la potencia de los clubes-estado, PSG y Manchester City, la clave es leer la jugada antes que el resto.
Özil y Kroos
En el Madrid saben lo que es pescar en Alemania de este modo, porque en 2010 incorporaron a Özil tras destacar en el Mundial de Sudáfrica por un precio por debajo de su valor. El Werder Bremen pedía unos 30 millones, pero como quedaba libre en 2011 tuvo que aceptar alrededor de 18. Cuatro veranos después Florentino firmó a Kroos, flamante campeón en Brasil 2014, por 25 millones, una de las mayores gangas, viendo el resultado que ha dado el centrocampista, del fútbol moderno. El Bayern se vio con un palmo de narices por no ser capaz de convencer a uno de sus buques insignia, que plantó al United en cuanto supo que le querían vestir de blanco.
Courtois
Otra situación bajo control en el Madrid era la de Courtois, al que ya habían intentado traer antes de por fin lograrlo. Coincidió también con curso de Mundial, aprovechando que en 2019 cumplía contrato en el Chelsea. Atar al Guante de Oro de Rusia 2018 costó, aproximadamente, 35 millones fijos. El Zamora de la 2019-20, que ha hecho olvidar a Keylor Navas, el portero de las tres Champions seguidas, se entiende como otro chollo que refuerza este método.
Brahim y Hazard
En enero de 2019 se volvió a repetir la ejecución con Brahim, una de las mayores promesas del continente. Criado en el Manchester City, donde se ganó a un Guardiola que no tenía cómo darle cabida entre los Agüero, Sterling o Sané, el Madrid se lo 'quitó' por 15 millones más cinco en variables. Era eso o que se marchara gratis meses después, lo que va a experimentar el Bayern con Alaba.
Meses después, precisamente, llegaría Hazard, el eterno deseo de los blancos. En 2009 Zidane, entonces consejero del presidente, ya recomendó su fichaje, pero El Chelsea se adelantó y los intentos posteriores pincharon en hueso en Stamford Bridge. Con la amenaza de perderlo sin compesación monetaria en 2020, el Madrid se hizo por más de 120 millones con un futbolista considerado entre los cinco mejores del momento. La cifra, aun elevada, distaba mucho de lo que hubieran pedido por el belga en condiciones normales.