La esperada primera reunión cara a cara entre Barcelona y el padre de Lionel Messi se celebró esta tarde y, como se esperaba, no hubo acuerdo ya que ninguna de las partes se mostró flexible en su postura: mientras la familia del astro argentino manifestó la decisión de abandonar el club, Josep María Bartomeu mantiene la intención de retenerlo y hasta de extender el vínculo.
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Por el lado de jugador se presentaron, además de Jorge, su hijo Rodrigo (también representante de futbolistas) y Jorge Pecourt, uno de los abogados del bufete Cuatrecasas. Del lado de Barça, el presidente estuvo acompañado por el directivo Javier Bordas.
La reunión se extendió por una hora y 50 minutos, finalizando cerca de las 21 horas, en las instalaciones de la institución, luego de evadir permanentemente a la prensa durante toda la jornada. Más allá de las posturas absolutamente opuestas, fuentes del Barça aseguran que el ambiente fue de cordialidad. Y si bien no se programó un segundo encuentro, deberán buscar la manera de resolver el conflicto iniciado hace exactamente una semana, cuando Leo envió el burofax con el que comenzó la guerra.
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Mientras tanto, el 10 se apoya en el silencio, aunque su palabra sea la más esperada. Como ya informó Goal, su exposición no será inminente, pero llegará, ya que tiene la obligación de dar su versión de la historia, explicar los motivos por los que deja de ser Culé después de casi dos décadas y hablarle directamente a los aficionados que lo idolatran. Él está convencido que durante todo este tiempo hubo mentiras e inexactitudes y espera el momento apropiado para aclararlas.
Unas horas después, Jorge Messi fue cazado por las calles de Barcelona y cuando le preguntaro por cómo fue la reunión respondió que "muy bien" y dejó entrecer que sí estudian la posibilidad de que el futbolista argentino pueda quedarse hasta 2021.
