La historia arranca en Manhattan, donde Trinity Rodman acapara la atención en un bullicioso quiosco de prensa. Las portadas destacan a las grandes estrellas del fútbol mundial rompiendo con las tradiciones de entrenamiento de cara al espectáculo del próximo verano.
Luego aparece Florian Wirtz, el prodigio alemán, en un campo de entrenamiento bajo la mirada de Julian Nagelsmann. Su misión es fortalecerse para la Copa del Mundo enfrentándose a jugadores canadienses de hockey sobre hielo y luchadores mexicanos.
La película viaja después hacia el sur, hasta un polvoriento salón del viejo oeste en el corazón de América. Allí entra en escena Lamine Yamal, la joven maravilla española, que demuestra una serenidad asombrosa mientras hace malabares con el balón sobre un toro mecánico. Su dominio perfecto arranca una mirada de orgullo de Aitana Bonmatí, la maestra del mediocampo español.
Finalmente, el relato cambia de escenario: de botas vaqueras a zapatos de boliche. En una bolera iluminada por luces de neón, Lionel Messi aparece con el nuevo uniforme de Argentina, sereno como siempre, mientras Rodrigo De Paul lo observa. El astro argentino consigue strike tras strike con un balón de adidas, una metáfora perfecta de la precisión que buscará en el campo durante el Mundial del próximo verano.

