¿Tapia no escucha a Scaloni? La Selección argentina volverá a jugar amistosos ante rivales que no está a la altura de un campeón del mundo

El 20 de junio, la Selección argentina inicia la defensa del título en la Copa América, certamen que consiguió en el 2021 y marcó la historia de la Scaloneta, al cortar la sequía de 28 años sin títulos nada menos que en el Maracaná. Y en esta edición, a disputarse en Estados Unidos, lo hará con la corona de campeón del mundo luego de la épica en Qatar a fines del 2022.

Sin embargo, la preparación para la competencia tendrá nuevamente un problema que, para dolor de cabeza de Lionel Scaloni, se transformó en una insana costumbre: los amistosos previos ante rivales que están lejos de ser lo que precisa la mejor selección del planeta, de acuerdo al ránking FIFA.

A fines de enero, la Asociación del Fútbol Argentino anunciaba, con bombos y platillos, un acuerdo con una empresa que organizaría dos partidos amistosos en China ante rivales a priori atractivos: Costa de Marfil y Nigeria, campeón y subcampeón de la reciente Copa Africana de Naciones.

Sin embargo, dos semanas más tarde comenzaron los conflictos: por motivos desconocidos pero que no corresponden a AFA, el gigante asiático dejó de ser la sede, que pasó a ser Estados Unidos y los equipos africanos, uno a uno, se bajaron. Primero fueron los Elefantes y, más tarde, las Águilas acusaron problemas de visado para ingresar a suelo norteamericano y por eso no podían presentarse.

AFA tuvo que poner manos a la obra a contrarreloj para encontrar nuevos adversarios y Lionel Scaloni deberá conformarse con enfrentar el viernes 22 de marzo a El Salvador en Filadelfia y luego cruzar Estados Unidos a lo ancho para medirse ante Costa Rica en Los Ángeles, el martes 26.

De los dos, el que parece más competitivo es el equipo que dirige Gustavo Alfaro, que unos días antes jugará la repesca para clasificarse por la CONCACAF a la Copa América ante Honduras.

Pero aún hay más. Porque una vez que la Albiceleste se instale en la previa de la competencia continental, jugará otros dos amistosos preparatorios y, nuevamente, los rivales dejan que desear, especialmente Guatemala, al que enfrentará el 14 de junio. Unos días antes tiene otro compromiso ante Ecuador, que sí tiene su lugar asegurado en la CA24.

Es decir, de los cuatro partidos que jugará antes del debut contra Canadá o Trinidad y Tobago, uno será ante un equipo ya clasificado al mismo certamen, otro tiene 90 minutos para hacerlo y los dos restantes estuvieron lejos de lograrlo. Muy poco para un campeón del mundo.

Lionel Scaloni enmudeció a un país entero aquella noche de noviembre en la que, mientras se celebraba otro triunfo en el Maracaná, él anunciaba que tenía que analizar mucho su continuidad porque no sentía la energía necesaria. Un verdadero baldazo de agua fría, al que se le sumaron infinidad de versiones por la ambigüedad de su discurso.

Pasaron los meses, el silencio, alguna entrevista sin demasiada claridad y, finalmente, la foto que pareció confirmar la pax romana: Scaloni y Tapia, Tapia y Scaloni, una selfie luego de una reunión en la casa del mandamás, en la que quedó sellada la continuidad a priori hasta la Copa América y, probablemente, hasta el Mundial.

Uno de los tópicos que siempre se mantuvo latente como posible motivo del enojo del DT es, justamente, los rivales de escasa jerarquía. Un tema que no es nuevo, ya que desde 2018 se disputaron 23 amistosos y solamente dos ante equipos europeos: uno fue Alemania en el 2019 y el otro Estonia, el día de los cinco goles de Messi.

Y, para completar, los festejos posteriores a la final inolvidable ante Francia fueron contra Panamá, Curazao, Australia e Indonesia, estos últimos dos realizados en el marco de una caótica gira por Asia.

Con Messi aún en el equipo, con futbolistas en la élite y el parche de campeón, debería ser sencillo concretar amistosos ante equipos de primera línea de Europa, pero no ocurre. ¿Superará otra prueba de paciencia Scaloni?