La Selección Mexicana conquista por primera vez la Concacaf Nations League tras derrotar a Panamá

La Selección Mexicana logró un hito histórico al proclamarse campeona de la Concacaf Nations League por primera vez, tras vencer en una emocionante final a Panamá. Con un doblete de Raúl Jiménez, el Tricolor dejó atrás sus fantasmas y sumó un nuevo título a su palmarés, poniendo fin a una sequía en este certamen y al dominio que Estados Unidos había ejercido en las ediciones previas.

El camino de México hacia el título no fue sencillo. Desde el inicio del torneo, la presión sobre el equipo era evidente, pues llegaban con la obligación de conquistar este trofeo por primera vez. En semifinales, lograron imponerse a Canadá con dos goles de Jiménez, asegurando su pase a la final en un torneo donde evitaron al que había sido su verdugo en los últimos años: Estados Unidos.

Del otro lado del cuadro, Panamá sorprendió al eliminar al conjunto estadounidense en un duelo memorable, con un gol en el tiempo añadido de Cecilio Waterman, quien celebró de manera efusiva junto a Thierry Henry. Esta hazaña catapultó a los panameños a su primera final en la competición, donde buscaban hacer historia ante México.

La final comenzó con un México decidido a imponer condiciones desde el arranque. Raúl Jiménez abrió el marcador en los primeros minutos con un certero cabezazo, aprovechando una mala salida del arquero Orlando Mosquera. Sin embargo, Panamá no bajó los brazos y empezó a equilibrar el partido, buscando oportunidades para empatar.

El esfuerzo de los canaleros tuvo recompensa cuando Johan Vásquez cometió un penal dentro del área antes del descanso. Adalberto Carrasquilla, con sangre fría, venció a Luis Ángel Malagón para poner el 1-1 y mandar el partido al descanso con todo por definirse en la segunda mitad.

En el complemento, Javier Aguirre realizó cambios ofensivos para intentar romper el empate y evitar llegar a los penales. Panamá resistió los embates mexicanos, pero en el tiempo añadido, una jugada cambió la historia: José Ángel Córdoba cometió una mano dentro del área, otorgando un penal a México en una jugada que parecía controlada.

La responsabilidad cayó nuevamente en los botines de Raúl Jiménez, quien con calma y precisión convirtió el gol del título para México, sellando así el 2-1 definitivo y asegurando el primer trofeo de la Concacaf Nations League para el Tricolor.

Con esta victoria, México rompe la hegemonía de Estados Unidos en la competición y se perfila con gran ánimo rumbo a la Copa Oro, donde buscarán reafirmar su dominio en la región y seguir construyendo un equipo competitivo de cara a la Copa del Mundo 2026, en la que serán anfitriones.

Raúl Jiménez se consagró como el jugador del partido gracias a su destacada actuación, anotando los dos goles que dieron el título a México. Con su primer gol de cabeza, aprovechó un error del arquero panameño para adelantar a su equipo, y en el momento crucial, fue quien asumió la responsabilidad del penal decisivo en el tiempo añadido, convirtiéndolo con gran aplomo. Su rendimiento no solo fue clave en el marcador, sino que también mostró su liderazgo y capacidad para mantener la calma en los momentos más tensos, reafirmando su estatus como uno de los grandes goleadores en la historia de la Selección Mexicana.

José Ángel Córdoba se convirtió en el villano de la final al cometer una mano dentro del área en los últimos minutos del partido, lo que resultó en un penalti a favor de México. En una jugada aparentemente controlada, su extensión de brazo otorgó la oportunidad a Raúl Jiménez de sellar el título con el gol de la victoria. Aunque su error fue desafortunado, el joven defensor mostró mucha frustración al haber sido el responsable de un momento tan decisivo, empañando lo que había sido una sólida actuación defensiva por parte de Panamá a lo largo del encuentro.

Tras la conquista de la Concacaf Nations League, la Selección Mexicana ahora pondrá su mirada en los próximos retos internacionales. La próxima Fecha FIFA será hasta junio, cuando el Tricolor se medirá a Suiza y Turquía en dos partidos de preparación, que servirán para afinar detalles y evaluar al equipo antes de la Copa Oro 2025. Estos encuentros serán fundamentales para mantener el ritmo competitivo y ajustar la estrategia del equipo, mientras se construye un equipo sólido de cara a los grandes desafíos que se avecinan, incluido el Mundial 2026, donde México será uno de los anfitriones.