Durante las primeras semanas del Mundial 2022, Rodrigo De Paul fue blanco de duras críticas en redes sociales. Argentina, uno de los favoritos para ganar el torneo, tuvo un inicio complicado, y los aficionados buscaron un chivo expiatorio. De Paul encajó en ese perfil: un jugador incansable, que corre y lucha en la cancha, pero al que se le reprochaba su falta de brillantez con el balón. La Albiceleste sufrió problemas defensivos y cayó 2-1 ante Arabia Saudita, y la culpa recayó sobre un futbolista que habitualmente destaca por su sacrificio en defensa.
Sin embargo, lo que ocurrió después reflejó la naturaleza volátil de los seguidores del fútbol. De Paul brilló en la victoria 2-0 contra Polonia que cerró la fase de grupos y, de repente, pasó a ser el jugador favorito de todos. Lo que antes era criticado se convirtió en motivo de elogios, y sus propios compañeros lo defendieron y celebraron en redes sociales, dándole el apodo de "El Motorcito".
Ese apodo lo ha acompañado durante estos tres años, hasta el punto de que Inter Miami anunció su fichaje con un video titulado “El motor está encendido.”
El apodo sigue siendo perfecto para De Paul, quien muestra su mejor versión cuando no deja de moverse. En otras palabras, el mediocampista de 31 años es justo lo que necesita Miami. Sin embargo, ese detalle parece haberse perdido entre el alboroto y la exhibición de cómo los Herons han manejado las restricciones del tope salarial de la MLS. Más allá de la estrategia financiera inteligente, lo que realmente tienen es a un mediocampista defensivo de élite incorporándose a un equipo que urgentemente requiere frescura y fuerza en el centro del campo. Además, es probable que De Paul dé todo, incluso arriesgue físicamente por Lionel Messi. En definitiva, este fichaje es un gran acierto para Miami, que eleva considerablemente sus opciones de ganar la MLS Cup y se prepara con estilo para la era post-Sergio Busquets.







