El cambio propuesto haría que la temporada regular de la liga comenzara a finales de julio o principios de agosto, para luego continuar hasta mediados de diciembre antes de un descanso invernal. Después de una pausa de aproximadamente cinco semanas, que finalizaría a principios de febrero, la temporada concluiría a finales de mayo o principios de junio.
Además de discutir este cambio de calendario, también se prevé abordar posibles modificaciones en la competencia, incluido el formato actual de los playoffs.
Los defensores del cambio argumentan que alinearse con las ventanas de transferencia europeas podría atraer más talento a la liga, y consideran que tener los playoffs y la MLS Cup coincidiendo con la NHL y la NBA en primavera, en lugar de con la NFL y el fútbol universitario en otoño, podría ser más beneficioso.
Por otro lado, los críticos advierten que los mercados con climas fríos, como Minnesota, Chicago, Toronto y Montreal, podrían verse afectados negativamente. Cualquier ajuste en el calendario podría obligar a esas franquicias a realizar inversiones significativas en infraestructura, como superficies de juego calefaccionadas y instalaciones de entrenamiento cubiertas.
Además, se ha informado que varios equipos han planteado preocupaciones sobre los aspectos financieros involucrados en el cambio.