Power Rankings de candidatos en la Eurocopa 2024: la Portugal del errático Cristiano Ronaldo se cae y los Países Bajos de Gakpo se visten de favoritos

El ¿Last Dance? de Cristiano Ronaldo continúa, pero por los pelos. Después de fallar un penalti -y muchas otras ocasiones- durante el empate 0-0 del lunes con Eslovenia, el capitán portugués quedó en deuda con el portero Diogo Costa por extender su carrera internacional con sus paradas en la tanda de penaltis.

Obviamente, un CR7 desacertado y excesivamente emocional quizás debería ser relegado al banquillo para los cuartos de final contra Francia. Ha intentado más remates que cualquier otro jugador en la competición (20) y aún no tiene un solo gol en su cuenta personal. Un delantero mucho más efectivo como Diogo Jota o Gonçalo Ramos merecen una oportunidad para liderar el ataque. Por supuesto, no la tendrán.

El entrenador Roberto Martínez ya ha demostrado que no es lo suficientemente valiente como para tomar la decisión de sentar a Cristiano, lo que significa que Portugal, una vez más, dependerá de que su estrella de 39 años recupere el fuego sagrado o bien que alguien como Costa logre compensar una vez más la evidente merma de nivel del capitán. Portugal realmente corre el riesgo de permitir que Ronaldo los arrastre con él.

La Francia de la Euro 2024 por momentos hace recordar demasiado a la Grecia de 2004: dolorosamente limitados en ataque pero muy fuertes defensivamente. La diferencia, claro, es que a aquel histórico equipo helénico no le quedaban demasiadas alternativas: sin nada parecido a una superestrella en su plantilla, adoptaron un estilo de juego muy difícil de observar, pero extremadamente efectivo.

Los Bleus, en cambio, no tienen excusas. Las actuaciones colectivas han sido lamentables dada la calidad que Didier Deschamps tiene a su disposición. Es cierto, en octavos fueron mejores que una Bélgica exasperante, pero solo lograron la victoria por un tanto en propia puerta de Jan Vertonghen.

En los cuatro partidos que lleva disputados en Alemania, Francia no anotó un solo gol en acciones de juego abierto. Si el equipo no mejora y no descubre cómo hacer que Kylian Mbappé y toda la línea ofensiva funcionen, su suerte eventualmente se acabará. Y si no es en cuartos frente a Portugal, seguramente será en semis frente a una España o una Alemania que hasta aquí han sido abrumadoramente superiores a los subcampeones del mundo.

Para ser honestos, Turquía no merecía en absoluto vencer a Austria. Y es una verdadera lástima para el torneo que el emocionante equipo de Ralf Rangnick esté fuera. Sin embargo, hay que reconocer que los hombres de Vincenzo Montella aprovecharon las oportunidades de pelota parada que tuvieron y defendieron con sus vidas durante el resto del partido.

Necesitarán ser igual de clínicos y resilientes contra los Países Bajos en los cuartos de final, pero la victoria ciertamente no está fuera de su alcance. Con Arda Güler y Kenan Yildiz, los otomanos cuentan con la frescura para dar la sorpresa, mientras que Hakan Calhanoglou volverá de su suspensión en Berlín, donde Turquía una vez más se beneficiará de un increíble apoyo que los hará sentirse casi locales.

Hay un sentido innegable de inevitabilidad alrededor de Alemania en este momento. No solo han jugado muy bien por momentos, con Jamal Musiala particularmente efectivo, sino que además la fortuna realmente está empezando a favorecer a los anfitriones.

El equipo de Julian Nagelsmann logró un empate en su último partido de la fase de grupos gracias a un gol agónico de Niclas Fullkrug y luego eliminó a Dinamarca en los octavos de final gracias a que el VAR sancionó el fuera de juego más pequeño de la historia justo antes del penalti que le permitió marcar el 2-0.

Obviamente, la Mannschaft tendrá que llevar su juego a otro nivel contra España, pero con Antonio R[udiger, Ilkay Gündogan y Toni Kroos tiene jugadores experimentados y de clase mundial que saben exactamente lo que se requiere para ganar partidos de esta magnitud. La ventaja de jugar en casa también debería ayudar a su causa y, si la suerte vuelve a sonreírles, Alemania tiene todas las posibilidades de eliminar al mejor equipo en lo que va de la competición.

Seamos sinceros: Inglaterra debería haber sido eliminada de la Euro 2024. Después de tres actuaciones horrendas en la fase de grupos, el equipo de Southgate volvió a dar lástima en los octavos de final, pero logró pasar gracias a una chilena impresionante de Jude Bellingham en el minuto 95, en el que fue el primer disparo a puerta de los Tres Leones en todo el partido.

Pero esto es lo curioso de Inglaterra: tiene el suficiente talentos en su equipo como para seguir avanzando por los pelos frente a rivales relativamente débiles. No importa lo conservador que sea el entrenador en la configuración de su equipo, ni lo mal que juegue el equipo, siempre existe la posibilidad de que un momento de magia de Bellingham, Harry Kane, Phil Foden o Bukayo Saka los saque del apuro.

Por lo tanto, aunque los Tres Leones no merecen ni acercarse a la final, nadie puede descartar que no terminen en Berlín. Claro que también podrían ser humillados por Suiza y volver temprano a casa, como hace tiempo lo merecen.

Suiza eliminó en octavos al campeón defensor, Italia, y para nadie resultó un resultado sorprendente. Se veía venir. Los helvéticos impresionaron durante la fase de grupos y estuvieron a segundos de quitarle el primer puesto del Grupo A a Alemania, mientras que los de Spalletti solo lograron clasificarse gracias a un empate de último minuto contra Croacia. Desde la previa flotaba la sensación de que el peligroso equipo de Murat Yakin tendría mucho más que ofrecer que la Azzurra más débil que se haya visto en años.

La pregunta ahora, por supuesto, es si Suiza puede cargarse a otro peso pesado que llega a los tropiezos, Inglaterra. El equipo de Yakin no tiene ni de lejos el mismo plantel estelar que los Tres Leones, pero Manuel Akanji ha sido excelente en defensa, Granit Xhaka y Remo Freuler han sido posiblemente la mejor pareja de centrocampistas en toda la competición y Dan Ndoye y Ruben Vargas representan una seria amenaza en ataque.

Considerando todo, Suiza tiene una oportunidad gloriosamente inesperada de llegar a las semifinales de una Eurocopa por primera vez en su historia.

Quizás los Países Bajos estén alcanzando su mejor nivel en el momento adecuado. La fase de grupos fue un verdadero cúmulo de emociones para los neerlandeses, que mostraron un impresionante espíritu de lucha al derrotar a Polonia y una buena disciplina defensiva al empatar con Francia, solo para caer contra Austria en la tercera jornada. Si no fuera por el ridículo formato de la competición, que permite que cuatro de los seis terceros avancen a octavos, Ronald Koeman probablemente ya habría perdido su trabajo.

Sin embargo, el cuadro fue muy amable con Países Bajos, que se cruzó con una Rumanía que era el equipo más débil de los 16 y lo aprovechó con una goleada tranquila. Turquía será definitivamente un rival difícil de vencer, pero la Oranje nuevamente parece haberse encontrado con el rival menos poderoso de los cuartos de final y, además, llega con un Cody Gakpo en gran forma en el flanco izquierdo. Así, Koeman y compañía podrían terminar fácilmente entre los cuatro mejores.

España se colocó en la cima de nuestra clasificación después de su aplastante victoria en la primera ronda contra Croacia y desde entonces se han mantenido en esa posición. ¿Por qué? Porque es el mejor equipo en este torneo, y con diferencia.

Por supuesto, eso no garantiza la gloria final -por eso el fútbol es tan maraviloso-, y la Roja ha sido un poco errática frente a portería, sobre todo en el repaso a Italia que apenas finalizó 1-0. Sin embargo, incluso cuando Georgia se puso sorpresivamente en ventaja en octavos de final, siempre dio la sensación de que el equipo de De la Fuente se clasificaría a cuartos. Álvaro Morata puede no ser el goleador de élite que necesitan los grandes equipos, pero los fantásticos talentos ofensivos a su alrededor crean tantas oportunidades que España siempre tiene probabilidades de marcar eventualmente.
Alemania en Stuttgart representa su prueba más difícil hasta la fecha. Vencer a los anfitriones en su propio terreno estará lejos de ser fácil, pero si lo consigue, la Roja tendrá motivos para creer que está en un nivel completamente distinto al de todos los demás equipos que quedan en esta competencia.