¿Por qué nadie habla de Antoine Griezmann? La estrella del Atlético de Madrid, a vengarse del Barcelona y condenar su temporada

La separación de Griezmann y el Barcelona fue amistosa. Las dos partes habían soportado una relación difícil de 24 meses desde su llegada por 120 millones de euros en el verano de 2019, sin que ninguna de las partes se beneficiara en esa unión.

Griezmann, alguna vez uno de los mejores de Europa, vio su carrera estancada en el Camp Nou, aunque logró anotar unos respetables 35 goles en 102 apariciones. Se esperaba que brillara junto a Messi, pero la pareja se encontró jugando en las mismas áreas del campo, y el técnico Ronald Koeman nunca hizo los ajustes tácticos para acomodarles.

Cuando se presentó la posibilidad de un regreso del Atleti (con un préstamo inicial a dos años con obligación de compra), ninguna de las partes del acuerdo tuvo motivos para quejarse. Simeone, de hecho, celebró el regreso del francés. "Encontré a un Griezmann que tenía muchas ganas de volver", dijo El cholo en septiembre de 2021. "Estaba entusiasmado con la opción de volver al equipo, y la gente le exigirá a Griezmann lo que nos exige a nosotros todos los días".

Hubo algunos problemas que aún necesitaban solución, ya que el Atleti intentó utilizar a Griezmann lo menos posible para evitar pagar la tarifa obligatoria de 40 millones de euros que se activaría después de un cierto número de minutos. Pero todo mejoró cuando Griezmann comenzó a jugar "en serio" para el Atleti, sin condicionantes.

En enero de 2023, el futuro de Simeone en el Atleti parecía complicado. Para el parón del Mundial, su equipo ocupaba el quinto lugar en la tabla, ya a 13 puntos del líder Barcelona después de sólo 14 partidos. También se habían quedado fuera de Europa, terminando últimos en un grupo de la Liga de Campeones poco intimidante que también incluía al Porto, el Brujas y al Bayer Leverkusen.

El legendario entrenador del Atleti aparentemente ya no podía hacer su magia, y se pensaba que los entrenadores rivales habían descubierto cómo contrarrestar el 'cholismo'. Puede que su equipo haya ganado La Liga en 2021, pero incluso eso parecía un espectro de algo viejo, más que el amanecer de un nuevo club.

Pero Simeone cambió las cosas. El Atlético ya no podía ser un equipo defensivo, no en el molde de los que habían competido con el Barcelona y el Real Madrid a principios de la década de 2010. Era hora de algo nuevo, algo más ofensivo, algo que los fanáticos rojiblancos pudieran apoyar.

La verdad es que Simeone lo buscaba desde hacía tiempo, haciendo dos años antes el fichaje de Joao Félix como sustituto de Griezmann. Pero eso nunca funcionó. Con el portugués cedido al Chelsea, Simeone tuvo su respuesta.

"Hemos ido cambiando la forma de jugar", dijo Griezmann a GOAL antes de la campaña 2023-24. El Atleti, dijo, iba a jugar un fútbol más ofensivo esta temporada. Planeaban conservar el balón, dictar el ritmo de juego y crear más oportunidades de gol. Seguiría siendo un equipo trabajador, pero al mismo tiempo serían más ambiciosos con el balón.

Hasta ahora, sus afirmaciones han dado resultados. El Atleti es tercero en La Liga, a cuatro puntos de la cima con un partido menos que los colíderes Real Madrid y Girona. Es el tercer equipo con más goles de LaLiga y el segundo con menos recibidos. Una derrota a manos del Valencia y una ajustada caída ante Las Palmas ahora parecen tropiezos ailsados más que señales de advertencia.

También han producido grandes momentos. El Atlético dominó el derbi madrileño y sigue siendo el único equipo que mantiene tranquilo a Jude Bellingham durante los 90 minutos esta temporada. Una nerviosa victoria contra la Real Sociedad, una paliza al Rayo Vallecano y la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones no han hecho más que reforzar sus credenciales como auténticos candidatos al trofeo.

Pero Griezmann no sólo ha cambiado su propia suerte. Morata siempre ha sido mejor goleador de lo que podrían indicar sus 'fallos' en las redes sociales y los trolls de internet. El tan denostado delantero ha promediado un gol cada dos partidos de su carrera, ganó cuatro títulos de la máxima categoría y también cuenta con dos medallas de campeón de la Liga de Campeones.

Estos éxitos se produjeron cuando jugaba en el Atlético, la Juventus, el Real Madrid y el Chelsea, mientras que Luis de La Fuente lo nombró capitán de España. Aún así, prevalece la sensación de que Morata necesita desde hace mucho tiempo un impulso a su carrera. Un período miserable en el oeste de Londres dañó su reputación ante los ojos de los fanáticos del fútbol inglés y, a pesar de todo su talento, nunca ha brindado un momento emblemático ni ha disfrutado de una temporada completa de éxito sostenido.

Pero eso podría estar cambiando en 2023-24 y, en cierto modo, tiene que agradecerle a Griezmann. Morata ha marcado 12 goles en 17 partidos en lo que va de temporada con el Atlético, mientras que ha añadido cuatro más en cinco con España.

Aunque Griezmann no es el jugador que suele darle la asistencia (Saúl, Ángel Correa y Koke son los principales proveedores de Morata), el francés es capaz de ofrecer el vínculo vital en el medio. A veces las asistencias son fáciles; dar el pase previo es más difícil, y ahí es donde la presencia de Griezmann ha sido clave para garantizar que Morata tenga las oportunidades que necesita.

Tiene poco sentido que, basándose únicamente en el mérito deportivo, Griezmann no sea citado sistemáticamente entre los 10 mejores jugadores del fútbol mundial. Se trata de un jugador que acabó la temporada pasada con el mismo número de asistencias que Kevin De Bruyne y Messi. Sólo Robert Lewandowski, Karim Benzema y Joselu marcaron más goles en la máxima categoría española.

Su falta de reconocimiento, algo que enciende la ira en la conciencia futbolística masiva de los observadores de La Liga, es entonces desconcertante.

Es cierto que el Atlético rara vez ha ofrecido un fútbol impresionante durante el mandato de Simeone, y como no participó en las rondas eliminatorias de la Liga de Campeones la temporada pasada, ni en un grupo de alto perfil esta vez, es probable que pocos fuera de España estén atentos a Griezmann semanalmente.

De hecho, es probable que haya quienes no vieran mucho o nada a Griezmann en acción desde que dejó el Barcelona, y pueden creer que todavía está rindiendo al nivel que lo llevó a su salida de Can Barça.

Griezmann, entonces capitán del club, hizo alarde de querer marcharse del Atleti al menos en una ocasión, y es no encantó a la afición, evidentemente. Coqueteó con una salida en 2018, juró lealtad y luego se fue al Barcelona en 2019. Los fanáticos enojados del Atlético quemaron sus camisetas, desfiguraron su placa afuera del estadio y expresaron su enfado en las redes sociales. Griezmann fue fuertemente abucheado a su regreso al Metropolitano, tanto como jugador del Barcelona como en su primer partido con la camiseta del Atleti.

"[El traspaso al Barcelona] hizo mucho daño a la afición", admitió más tarde Griezmann. "Me dieron todo y al final me fui porque eso era lo que quería, lo que necesitaba. Yo como fan también me hubiera enojado mucho. Es lo que merecía".

Quizás nadie entienda mejor lo que significa ser Griezmann que el jugador por el que le sustituyó el Atlético. Joao Félix, en este punto, ha compartido una trayectoria profesional notablemente similar, aunque con un ligero retraso. Félix, al igual que Griezmann, es un jugador creativo inmensamente talentoso que vio su tiempo en el Atlético llegar a su fin al optar por un cambio ciertamente arriesgado al Barcelona.

Sus respectivas carreras en Cataluña también han sido muy parecidas. El domingo ambos se enfrentarán, y Griezmann buscará causar más dolor a los aficionados del Barça después de su decepcionante etapa como uno de los suyos. El Barça realmente no ha echado de menos al francés; simplemente fichó en el momento equivocado.

Una victoria del Atleti en el Estadio Olímpico confirmaría que los rojiblancos están firmemente en la carrera por el título, mientras que el Barça podría quedar hasta siete puntos detrás de los líderes de la liga cuando aún queda más de la mitad de la temporada por jugar. Si Griezmann es capaz de mover los hilos en una victoria del Atlético de Madrid que acaparará los titulares, entonces tal vez, sólo tal vez, comience a recibir el crédito que se merece por un año sensacional de fútbol.