¿Podrán Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Vinicius Junior brillar juntos en un Real Madrid plagado de estrellas?

No es tan simple lanzar a Mbappé a un equipo y esperar que él y el resto congenien de inmediato. De hecho, la historia reciente ha demostrado que de ninguna manera se trata de una buena idea.

Se suponía que el tridente Lionel Messi - Neymar - Mbappé en el PSG sería el próximo gran trío de ataque europeo. Pero fue un desastre. Los tres nunca se acoplaron realmente en la ofensiva y una mezcla de lesiones, egos y deficiencias defensivas convirtió a uno de los equipos con más talento acumulado del mundo en el hazmerreír de la Champions League durante dos temporadas consecutivas.

Es cierto que Mbappé no fue el único villano en esa historia: Messi nunca quiso estar en París, mientras que la vida caótica y los tobillos frágiles de Neymar claramente tampoco ayudaron. Pero el francés se suponía que debía ser el centro del proyecto, el subcapitán del equipo que lo mantenía todo unido. Tal vez era demasiada exigencia para un jugador que recién en diciembre pasado cumplió 25 años pero, como sea, la realidad es que el galo nunca logró ser la pieza central de la maquinaria y, en cambio, quedó atrapado en una lucha de egos que llevó a que todo lo prometedor que parecía el proyecto de los parisinos terminara en una enorme decepción.

Todo esto hace las cosas un poco complicadas para el Madrid. Aunque se trata de un club diferente, con un entrenador mucho más efectivo y acostumbrado a lidiar con los altos perfiles, pueden surgir los mismos problemas. Bellingham, Vinicius Junior y Rodrygo son -según se cuenta dentro del club- buenos compañeros de equipo, pero cuando hay grandes nombres involucrados, puede surgir la toxicidad. Y ya sea por su propia culpa o no, la controversia siempre ha seguido a Mbappé en su carrera.

Lo primero que debe establecerse aquí es la forma actual de jugar del Madrid y cómo ese sistema aprovecha al máximo a Bellingham. El inglés no juega como delantero, ni tampoco es realmente un mediocampista ofensivo. Ancelotti ha descrito al inglés como un falso nueve, pero incluso eso es inexacto. El británico parte desde posiciones más retrasadas y corre hacia las defensas con el balón en los pies. Y así fue como logró finalizar la temporada como el máximo anotador blanco en la última temporada de LaLiga.

Algunas advertencias al respecto son necesarias. El papel de Bellingham se ve distorsionado por el hecho de que el equipo blanco a menudo se enfrenta a bloques bajos en el campeonato español. También tiene la libertad de moverse y a menudo se desplaza hacia adelante. Aún así, el inglés no es un delantero: simplemente marca muchos goles. Y mantener eso mientras se integra a Mbappé en el once está lejos de ser una tarea sencilla.

Adelantar a Bellingham en el campo es quizás la forma más simple de configurar un nuevo equipo del Real Madrid con Mbappé en él. El francés se siente más cómodo jugando como extremo por la izquierda, Bellingham es un excelente goleador que ha demostrado ser hábil para encontrar espacio en el área rival y Vinicius no debería tener problemas para adaptarse a la otra banda.

Es cierto que hay algunas cuestiones aquí que necesitarían ser corregidas, principalmente porque el brasileño no tiene experiencia jugando por el lado derecho, mientras que aún queda por ver si el inglés realmente podría prosperar como un delantero puro. Rodrygo, por su parte, potencialmente sería excluido a pesar de su gran nivel en la última temporada (incluso ya comenzaron las versiones sobre una posible transferencia). Pero si Ancelotti quiere suscribirse a la idea de tener a sus mejores 11 jugadores en el campo, entonces esta podría ser la forma ideal de implementarlo.

Dada la versatilidad de Bellingham, sin embargo, hay argumentos para cambiar su posición en beneficio del equipo. Como es sabido, el inglés llevó la camiseta número 22 en su club de la infancia, el Birmingham City, porque podía jugar como número 4, número 8 y número 10, y ha demostrado en su corta carrera que puede adaptarse rápidamente al rol que le pidan.

Tanto en sus últimos meses en el Borussia Dortmund como durante la reciente Eurocopa con la selección de Inglaterra, Bellingham ha jugado en una posición híbrida entre el número 8 y el número 10, detrás de un trío de delanteros. Ahí se le confía ser el creador principal del equipo, al mismo tiempo que utiliza su energía inagotable para ayudar defensivamente cuando sea necesario.

Ponerlo en un rol similar como parte de un trío de mediocampistas en el Real Madrid ciertamente no está descartado, y es probablemente la función en la que más se imaginaba jugando cuando se unió al club. Eso permitiría que Rodrygo tuviera un hueco en el once y, potencialmente, permitiría que Vinicius tuviera la oportunidad de jugar en su posición favorita, por la izquierda. Pero, ¿sería la mejor decisión mover a Mbappé al centro del ataque?

En octubre de 2022, la superestrella francesa lanzó un infame comentario dirigido al exentrenador del PSG, Christophe Galtier, cuando lo colocó como número 9, utilizando el término "PivotGang" en una publicación en redes sociales. Si bien Mbappé ciertamente podría replicar los logros goleadores de Karim Benzema en el Bernabéu, claramente no quiere desempeñar el mismo rol que su compatriota, ya que se siente mucho más cómodo cuando puede recortar hacia el centro desde el extremo.

Pero Mbappé no será la única cara nueva en el ataque del Madrid en la próxima temporada. Después de llevar a Palmeiras al título brasileño en 2023 y de un decepcionante paso por la Copa América, Endrick finalmente completará su traslado a la capital española cuando cumpla 18 años este verano. Y Ancelotti deberá encontrar un papel para el prodigio brasileño en su equipo.

La mejor posición del joven sigue siendo motivo de debate, ya que ha jugado como delantero central, extremo y hasta como número 10 durante diferentes etapas de su desarrollo. Tal es la expectativa que lo rodea que es fácil olvidar que aún tiene 17 años, pero si impresiona lo suficiente durante su primera pretemporada europea, podría tener un lugar en el once inicial de inmediato.

En caso de que eso ocurra, la apuesta más segura sería que Endrick juegue como el número 9, con Mbappé y Vinicius en los flancos. Incluso podría haber espacio para Rodrygo y Bellingham en esa alineación, con el brasileño transformado en un número 10 y el inglés en una posición más retrasada en el mediocampo. Esto podría limitar el impacto del británico en la zona de ataque, pero esta sería una alineación con suficientes goles per capita como para compensar cualquier posible pérdida de aporte por parte de Bellingham.

Sin embargo, si un once con tantos nombres ofensivos puede ser lo suficientemente equilibrada como para enfrentarse a los mejores de Europa, sería motivo de debate.

Quizás todo esto no sea tan complicado. El sistema actual de Madrid funcionó tan bien que le dio los títulos de LaLiga y la Champions League y el papel de Bellingham detrás de Vinicius y Rodrygo ha demostrado ser un golpe maestro de Ancelotti. Si bien es cierto que ambos brasileños tardaron un tiempo en encontrarse en sus nuevos roles, cuando lo hicieron el equipo blanco se volvió imparable.

Incluir a Mbappé en el once en lugar de Rodrygo parecería ser la mejor manera de sacar lo mejor de los dos jugadores más importantes en la potencial nueva línea delantera del Madrid. Vinicius debería otra vez adaptarse a un nuevo rol y Rodrygo podría sentirse desplazado pero, al final del día, a nadie debería sorprender que el equipo se reordene para adaptarse a las necesidades de tres de los cinco jugadores más importantes del planeta en este momento.

Más allá de Endrick, Mbappé y cualquier otro fichaje que se produzca, quizás la gestión más importante de todos los negocios que el Madrid hará antes de la temporada 2024-25 ya se ha completado: acordar una extensión de contrato con Ancelotti, cuando todo parecía indicar que el italiano se encaminaba a convertirse en el seleccionador de Brasil, significa que Mbappé llegará a un club estable, con un entrenador que tiene una vasta experiencia cuando se trata de moldear superestrellas en un equipo ganador.

Ancelotti es el técnico que conformó un superequipo del AC Milan que incluía a Kaká, Andriy Shevchenko, Hernán Crespo y Andrea Pirlo. Asumió los egos del Chelsea de finales de los años 2000 y los convirtió en campeones. Incluso sus éxitos en el Madrid moderno se han construido sobre su capacidad para manejar personalidades fuertes y convertirlas en una máquina ganadora. No es fácil ascender para convertirse en el entrenador más ganador de la historia de la Champions League y el único que logró ser campeón de las cinco grandes ligas de Europa.

Entonces, sí, encontrar la manera de hacer brillar a Bellingham, Mbappé, Vinicius y al resto es un problema que podría surgir en el futuro para el Madrid. Pero el club blanco tiene al hombre perfecto al mando para resolver cualquier problema de este tipo.