Philip Zinckernagel le prometió a su esposa que esta sería la última vez.Su historial de clubes parece el mural de una agencia de viajes europea: Copenhague, Helsingør, Londres, el Círculo Ártico, el corazón de Inglaterra, Atenas, Lieja, Brujas.
En cada destino, el mediocampista ofensivo danés firmaba contratos a largo plazo con la esperanza de establecerse. Pero en todos los casos, su estadía no superaba los dos años. Esta vez, aseguró, todo sería diferente.
“He cambiado de ciudad muchas veces, así que ya tengo práctica para adaptarme rápido a nuevos equipos. Pero le prometí a mi esposa que este sería el lugar definitivo”, contó Zinckernagel a GOAL.
Ahora, a sus 30 años, se encuentra en Chicago, como uno de los fichajes mejor pagados del Fire bajo la etiqueta TAM. Y aunque su nombre no sea de los que más resuenan en la MLS, no está solo en ese perfil.
Mientras las grandes figuras que han marcado época en Europa —como Lionel Messi, Sergio Busquets o Marco Reus— suelen llevarse los reflectores, gran parte de la consistencia futbolística en la liga proviene de jugadores como Zinckernagel: trotamundos del fútbol europeo que nunca encontraron un hogar fijo en el Viejo Continente.
“Creo que es increíble. Es genial ver a tantos jugadores europeos queriendo venir a la MLS. Hoy en día es una liga muy atractiva”, señaló Hany Mukhtar, de Nashville.







