Pep Guardiola necesita a la Selección de Inglaterra para confirmar que es el mejor de todos los tiempos

Sería un poco exagerado afirmar que los éxitos respectivos de España y Alemania en la Copa del Mundo se debieron al trabajo de Guardiola en esos países en el momento de esas conquistas, pero sería de necio sugerir que no influyó en la forma en que esos equipos las consiguieron.

España, aunque tradicionalmente fue un equipo con posesión de balón, se apoyó mucho en las relaciones y asociaciones construidas dentro del Barcelona por Pep Guardiola. ¿Recuerdan cuando hubo un debate sobre si Lionel Messi debería haber elegido representar a La Roja en su lugar? El Barça fue el mejor equipo de esa generación, y el seleccionador español Vicente del Bosque implementó un estilo de juego más lento que imitaba a ese Barcelona pero adaptado a las diferentes demandas del fútbol internacional.

Por supuesto, Alemania siempre ha sido favorita en prácticamente todos los partidos que ha jugado, y Guardiola solo había estado en el Bayern de Múnich durante una temporada; sin embargo, hubo una ferocidad y astucia recién descubiertas en sus actuaciones de 2014 que no había mostrado en la Eurocopa de 2012.

Cuesta creer que fue casualidad. Guardiola ha acumulado suficiente reputación para que la gente piense que es concebible que haya tenido un papel importante en todo eso. Y ese proceso debe extenderse a Inglaterra.

Guardiola no solo llevó a Inglaterra principios como jugar desde atrás y dominar el balón, sino que también aceleró esas tendencias y las perfeccionó. En toda la pirámide hay equipos tratando de atraer la presión o construir desde atrás, lo cual podría haber sucedido eventualmente de todos modos, aunque no a una velocidad tan pronunciada y a veces imprudente.

Cuando el City estaba a punto de ganar el título de la Premier League 2017-18, el primero bajo el mando de Guardiola y con un récord de 100 puntos, John Stones habló del impacto de su entrenamiento en el equipo internacional y de los beneficios que entonces el entrenador Gareth Southgate estaba recibiendo.

"Creo que tratamos de llevar todas las cualidades y lo que aprendemos con Pep al equipo de Inglaterra, y también estamos abiertos a aprender de Gareth", dijo. "Trabajamos duro en el campo de entrenamiento con Pep, aprendemos muchas cosas, diferentes estilos de juego, cómo jugar contra diferentes formaciones. Creo que te da esa ventaja al llegar a Inglaterra, y también podemos compartir nuestras ideas".

Southgate luego supervisó el período más exitoso en la historia del equipo nacional de hombres de Inglaterra desde los años sesenta, con su famosa gestión de jugadores trabajando en conjunto con la brillantez táctica y técnica de sus futbolistas.

El seleccionador interino Lee Carsley está actualmente en medio de una indecisión sobre si debería quedarse con el trabajo de forma permanente, pero lanzó una advertencia después de la victoria del domingo en Finlandia: "Este trabajo merece un entrenador de clase mundial que haya ganado trofeos y todavía estoy en camino hacia eso".

Esa parece ser la tendencia actual en el fútbol internacional. Julian Nagelsmann reemplazó a Hansi Flick como entrenador de Alemania el año pasado, Mauricio Pochettino está a cargo de Estados Unidos, Luciano Spalletti está comenzando a sacar lo mejor de Italia, Luis de la Fuente disfrutó del éxito a nivel juvenil (similarmente a Carsley, siendo justos) y Thomas Tuchel es otro candidato para tomar el trabajo de Inglaterra.

Cualquier sueño fantasioso que la FA tuviera de instalar a Jurgen Klopp ha muerto, dejando a Guardiola como el mejor entrenador disponible para contratar. Lo menos que pueden hacer es preguntarle si quiere reemplazar a Carsley.

Incluso antes de los recientes comentarios de Guardiola, ni confirmando ni negando ningún interés en el trabajo de Inglaterra, dejó la puerta entreabierta en el pasado reciente para la dirección internacional.

Cuando se le preguntó en marzo de 2024 qué le queda por lograr, el catalán respondió: "Una selección nacional. Me gustaría entrenar a una selección nacional para una Copa del Mundo o un Campeonato de Europa. Me gustaría eso. No sé quién me querría. Para trabajar para una selección nacional tienen que quererte, al igual que un club".

Bueno, entonces estás de suerte, Pep. Esta vacante ha llegado en el momento perfectamente oportuno para todas las partes involucradas.

No es que a nadie le importe el Manchester City, es que el mundo se ha vuelto insensible a sus triunfos. Tradicionalmente no son tan grandes como los otros grandes de Inglaterra, y su ferviente gasto desde la adquisición de Abu Dhabi en 2008 ha planteado preguntas sobre sus méritos deportivos incluso antes de las 115 presuntas infracciones de las normas financieras de la Premier League.

Las líneas de batalla ya han sido trazadas en ese debate y ninguno de los lados cederá. Es una guerra que continuará en los tribunales y marcará el discurso durante años. El City y compañía proclamarán su inocencia y derecho a celebrar sus logros, pero no podrán influir tan poderosamente en la opinión pública a su favor que todo sea perdonado y olvidado.

Los honores y reconocimientos de Guardiola en el Etihad pueden no ser recordados tan cariñosamente por las masas como los de sus días en el Barcelona y el Bayern. Por todo lo que ha acumulado y logrado en las últimas ocho temporadas, es el trabajo de sus primeras ocho el que ha enamorado verdaderamente al público futbolístico en general.

Guardiola podría retirarse hoy y podría ser considerado el mejor entrenador de la historia del fútbol. Lo que sería agradable para él es poner fin al debate del GOAT de una vez por todas, de manera similar a Messi cuando ganó la Copa del Mundo de 2022 con Argentina.

La mayoría de los otros principales rivales para el primer puesto probaron el fútbol internacional con un margen moderado. Sir Alex Ferguson dirigió a Escocia, Arrigo Sacchi dirigió a Italia y Rinus Michels entrenó a los Países Bajos en varios momentos. Es un escalón que Guardiola también puede ocupar e incluso superar en una nueva estratosfera, convirtiéndose en el hombre que ponga fin a más de 60 años de dolor para Inglaterra.

Los Pross cuentan con un talentoso equipo que ahora tiene verdadera experiencia en torneos, pero no tienen un Messi, un monopolio en su competencia o riquezas ilimitadas en el mercado de fichajes. No hay forma de que cualquier éxito con los Tres Leones pueda ser minimizado y marcado de la misma manera que los tres otros trabajos que Guardiola ya tuvo en su carrera como entrenador. Los Tres Leones necesitan un nuevo técnico, pero más ncesita Guardiola la oportunidad de dirigir a Inglaterra.