Las imágenes que llegaron desde el vestuario visitante del estadio Rajko Mitic de Belgrado preocuparon porque se vio a un Cubarsí con el rostro inflamado y dos cicatrices, una más leve en el pómulo y la que requirió puntos a la altura del maxilar inferior. Sin embargo, con tres días por delante para recuperarse, el jugador ya hizo saber internamente que quiere jugar en Anoeta, aunque en el club aguardarán para ver cómo evoluciona la herida antes de tomar una decisión definitiva.