Lewis-Skelly ha disfrutado de un meteórico ascenso durante la pasada temporada; pasando de debutar con el Arsenal, a convertirse en un habitual del primer equipo, protagonizando en la Liga de Campeones, y luego jugando para Inglaterra por primera vez. Pero el joven de 18 años, que ha recibido excelentes críticas en los últimos meses, es claramente ambicioso, y si los Gunners quieren atarlo con un nuevo contrato, debe ser una buena oferta.