Cuando Ruben Amorim sucedió a Erik ten Hag como entrenador del Manchester United en noviembre de 2024, hubo cierta esperanza de que pudiera ayudar a Marcus Rashford a recuperar su mejor nivel. Sin embargo, no fue así. El entrenador portugués dejó claro que no tenía interés en trabajar con un jugador que públicamente expresó su deseo de buscar un nuevo club apenas dos días después de haber sido excluido del equipo para el derbi de Manchester en diciembre por motivos de comportamiento.
De hecho, Amorim incluso bromeó tras la victoria 1-0 en Fulham, afirmando que preferiría al entrenador de porteros de 63 años, Jorge Vital, antes que reincorporar a Rashford al once titular. Cuando se le preguntó por qué Rashford había caído al final de la jerarquía ofensiva, respondió:
"La razón es el entrenamiento, cómo veo lo que un futbolista debería hacer en los entrenamientos y en la vida. Es cada día, cada detalle. Si las cosas no cambian, yo no cambiaré."
Cinco días después, el internacional inglés fue cedido al Aston Villa, donde milagrosamente volvió a jugar con una sonrisa. Rashford aseguró otro préstamo en verano, esta vez al Barcelona, donde ha llevado su resurgimiento a un nivel superior, formando parte de un grupo de jugadores de clase mundial.
En una entrevista con ITV Sport en octubre, Rashford citó un "entorno inconsistente" como la principal razón de sus problemas en el United. Amorim desestimó rápidamente esos comentarios en una conferencia de prensa posterior, dejando claro que no contempla el regreso del delantero bajo su dirección:
"Estoy centrado en el futuro del club, en el presente del club. Eso es lo más importante. Mi enfoque principal está en mis jugadores y en lo que hacen y dicen."