Lo mejor y lo peor de los octavos de final del Mundial de Clubes 2025: La Saudi Pro League demuestra su legitimidad, el PSG gana sin esfuerzo y las consecuencias de una tarjeta amarilla tonta

¿No es algo que ya todos deberíamos haber visto venir? Está bien, que un equipo de la Saudi Pro League llegue a los últimos ocho tal vez no estaba en las apuestas de todos, pero las piezas estaban ahí. Al-Hilal lo ha hecho bastante bien. Resistieron la tentación de fichar una superestrella tras la salida de Neymar, contrataron a un entrenador excelente como Simone Inzaghi y afrontaron su duelo con el City con un plan de juego claro. Revolucionario, sin duda.

La filosofía de Pep Guardiola gira en torno al miedo absoluto a ser contraatacado. Bienvenido a la tormenta perfecta. Aquí tienes un 3-4-3 que disfruta lanzarse al contraataque. Sí, les tomó tiempo extra, pero Al-Hilal lo hizo a la perfección. ¿Significa esto que la Saudi Pro League es la mejor liga del mundo? Probablemente no, pero es una victoria que vale mucho.

Lautaro Martínez no se guardó nada tras la derrota del Inter ante Fluminense a mitad de semana:

“Quiero decir que tienes que querer estar aquí. Estamos luchando por ciertos objetivos, los que quieren estar aquí se quedan, los que no, pueden irse. Vi cosas que no me gustaron. Quiero pelear para ganar porque estamos en un equipo importante, un equipo que hemos llevado de nuevo a la cima y debemos seguir en esa línea”, declaró a los medios después del partido.

Parte de sus palabras reflejan la pasión de un capitán y competidor que ha conquistado títulos para el club y la selección. Pero también pintan una imagen poco alentadora para un Inter que últimamente parece estar desmoronándose en la Serie A. Todos a bordo del tren de las malas vibras, sin excepción.

¿Recuerdas a Malcom? Sí, el que llegó al Barcelona, ese jugador en quien gastaron parte del dinero de Neymar, solo para que fuera un desastre en el Camp Nou. Pues bien, acaba de eliminar al Manchester City en el Mundial de Clubes. La sorpresa de Al-Hilal fue espectacular, liderada por un jugador que la élite global del fútbol había descartado.

La Saudi Pro League no es una liga de aficionados donde uno juega solo por amor al deporte, pero es gratificante ver a un jugador devolverle el golpe a una federación que lo dejó de lado.

AGENDA TIME. Correcto, eso es obviamente falso. Existe toda la posibilidad de que Mbappé marque 50 goles la próxima temporada, que el Real Madrid gane tres títulos y que él se lleve el Balón de Oro tras llevar a Francia al Mundial de 2026.

Pero las primeras señales de Mbappé en el sistema de Alonso fueron, bueno, malas. No se movió. No entró al área. Hizo las carreras equivocadas, se negó a presionar y pasó sus 30 minutos en el campo mayormente enfadado con todos a su alrededor. Gonzalo García, que no costó nada y tiene 21 años, parecía más efectivo, y eso lo dice todo.

Sí, el clima es un problema. Sigue siendo totalmente desconcertante que nadie haya pensado: “Oye, quizás no deberíamos programar partidos por la tarde en medio del sofocante verano estadounidense”. Alerta de spoiler: aquí hace mucho, muchísimo calor.

El resultado ha sido una serie de retrasos causados por el clima: calor extremo, lluvia, relámpagos y fuertes vientos. ¿Lo más curioso? Chelsea y Benfica necesitaron casi cinco horas —¡como una final de Roland Garros!— para completar su victoria 4-1 en tiempo extra. FIFA, tomen nota.

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Hay una anécdota divertida sobre Gary Neville, cuando era entrenador del Valencia, durante un partido de Copa del Rey en 2016 contra el Barcelona de Luis Enrique. El Valencia jugaba con 10 hombres y perdía 4-0 al descanso. Neville pensó que Luis Enrique les pediría a sus jugadores que bajaran el ritmo, pero no fue así, y el Barça terminó ganando 7-0.

Parece que el técnico ha madurado con elegancia desde entonces, porque a principios de esta semana, en el partido contra Inter Miami, prácticamente les dijo a sus jugadores que pararan. El PSG ganaba 4-0 al descanso y el daño ya estaba hecho. Los parisinos caminaron hacia una victoria cómoda, eliminaron al último equipo de la MLS en el Mundial de Clubes y se limitaron a tocar el balón durante los 45 minutos finales. Con mucha clase.

Hablemos de tarjetas amarillas imprudentes. Jobe Bellingham ya tenía una amarilla antes del partido de octavos de final del Dortmund contra Monterrey el martes. Una segunda tarjeta lo habría suspendido para el duelo contra el Real Madrid y su hermano mayor, Jude.

Pero, como era de esperarse, Jobe cometió la entrada más tonta que verás: derribó a un extremo de Monterrey sin pensarlo dos veces, recibió la tarjeta y, de paso, privó a internet de contenido excelente —sin importar que perjudicó las chances de su equipo de dar la sorpresa.

Correcto. Cinco equipos europeos, dos brasileños y un club saudí conforman los cuartos de final. Hasta ahora, los equipos brasileños han derrotado a un equipo europeo en tres ocasiones, mientras que Al-Hilal eliminó al Manchester City del torneo. ¿Es esta la paridad que todos esperaban? Depende. Es algo subjetivo, claro. Una verdadera paridad probablemente incluiría a River Plate o Boca Juniors en la mezcla. Pero, a falta de pan, buenas son tortas, y parece una combinación bastante equilibrada de talento.

¿Qué haces cuando le ganas al PSG, alcanzas los octavos de final del Mundial de Clubes, fortaleces tu éxito en la Copa Libertadores y obtienes una gran ganancia vendiendo a un jugador a la Premier League? Pues, aparentemente, despedir a tu entrenador.

En una de las decisiones más desconcertantes en la memoria reciente del fútbol, Botafogo decidió cesar a Renato Paiva tras la derrota ante Palmeiras. Las discusiones en las páginas deportivas brasileñas apuntan a que la causa fue la estrategia defensiva del técnico en ese partido. Esto resulta especialmente duro para un hombre que, siendo sinceros, es prácticamente un hacedor de milagros.

Thomas Müller se despide del Bayern. Ya todos lo sabemos. Su salida de los bávaros es una historia triste en el fútbol. Es uno de esos jugadores de un solo club por excelencia, algo que ya casi no se ve. Verlo con otra camiseta resultaría extraño y hasta doloroso. Sin embargo, esta podría ser una despedida memorable.

La buena noticia para los aficionados de la Premier League es que definitivamente no será en el Manchester United. Müller confirmó de manera categórica que no jugará para los Red Devils: “No soy el tipo adecuado para ellos y ellos no son el club adecuado para mí. No se divertirán y yo tampoco, así que no es una buena combinación.”

Vaya declaración.

Bueno, ahora quedan solo ocho. Los favoritos originales de todos —salvo el Manchester City— siguen en pie. ¿Ha cambiado realmente algo desde hace tres semanas? ¿Puede alguien considerar las variables —clima, lesiones, enfrentamientos— y pensar que otra cosa que no sea una victoria del PSG o del Real Madrid parece probable? Difícil de decir. Pero ahora esas predicciones enfrentarán su prueba definitiva.

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