El Manchester United le ha permitido a Ruben Amorim dar forma al club a su imagen. Pero a tres partidos del inicio de la nueva temporada, la imagen que está proyectando es muy sombría.
El entrenador refugiándose de la lluvia torrencial en Grimsby mientras su equipo soportaba una maratón de penaltis mostró que hay una enorme brecha entre el portugués y su plantilla, y esto después de que se le otorgó el poder de deshacerse de jugadores no deseados por nada o tarifas reducidas masivamente.
El entrenador admitió efectivamente en Blundell Park que sus jugadores ni estaban jugando para él ni seguían sus instrucciones con su intrigante declaración de que "hablaron muy alto". Explicó: "No es solo el espacio, sino la forma en que empezamos el partido sin ninguna intensidad. Todas las ideas de la presión, estábamos completamente perdidos. Es difícil de explicar. Eso es lo que hablaron muy alto."
Cuando un entrenador declara explícitamente que los jugadores no están jugando para él, el fin está cerca. Y la gran pregunta es cuánto tiempo más tanto Amorim como Sir Jim Ratcliffe querrán persistir con este proyecto cuando va tan mal...




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