Leandro Brey se consolida en el arco de Boca a fuerza de atajadas y vallas invictas

Desde hace tiempo que el hincha de Boca esperaba por la aparición en el arco de Primera de Leandro Brey. Después de consolidarse como figura en la reserva, el ex-Los Andes sabía que tenía que esperar su oportunidad detrás de un monstruo como Sergio Romero y de un experimentado como Javier García. Y cuando los planetas se alinearon para tener su chance, no defraudó.

En la semana previa al partido ante Racing de la Copa de la Liga Profesional, el Xeneize había sufrido la lesión de Chiquito, que todavía no pudo volver a entrenarse con normalidad. Y contra la Academia, Javi García tuvo que salir también por lesión a los 73 minutos, dejando su lugar a Brey.

A partir de ahí, primero por urgencia y luego por decisión de Martínez, no falló: en total lleva atajados 304 minutos entre el mencionado partido, los 27 minutos jugados hasta la suspensión contra Estudiantes y luego los encuentros frente a Central Norte, San Lorenzo y Nacional Potosí, en los que solo recibió un tanto: el penal de Bareiro contra el Ciclón.

Cinco atajadas, tres en remates desde adentro del área. Todo sin tener en cuenta las condiciones del partido ante Nacional en Potosí, donde la altura suele influir y complicar a los arqueros por la manera en la que viaja la pelota. Así y todo, Brey estuvo a la altura de su primer partido internacional y fue la gran figura del empate sin goles.

Para Brey, el 2024 había comenzado lejos de Boca, ya que fue el arquero titular del Preolímpico Sub 23 que logró la clasificación a París 2024, aunque no había terminado de dejar la gran imagen actual. Por este motivo, Masche puede descansar y todo indica que, más allá del deseo de Dibu Martínez de estar en la cita olímpica, el arco de Argentina en esta competencia ya tiene dueño.