Antes de bañarse de gloria y levantar la Copa del Mundo, aquel 18 de diciembre de 2022 en el estadio Lusail la Selección argentina ya había conseguido algo casi tan difícil como la tercera estrella: durante los 80 minutos previos a que Kylian Mbappé se emperrara en complicarlo todo, el equipo de Lionel Scaloni se había confirmado como el mejor equipo de fútbol del mundo.
Los cambios que el entrenador fue realizando a lo largo del Mundial en una alineación que parecía tallada en piedra desde la final de la Copa América contra Brasil en 2021 fortalecieron el funcionamiento colectivo partido a partido y llegaron a su epítome con la rupturista decisión de utilizar a Ángel Di María como extremo por la izquierda, una decisión que destruyó desde el minuto cero el planteo de Didier Deschamps. Había nacido un nuevo once de memoria.
Sin embargo, de cara al estreno en las Eliminatorias Sudamericanas frente a Ecuador, en el que será el primer partido por los puntos de la Albiceleste con el parche de campeón del mundo en el pecho, Scaloni vuelve a abrir un signo de interrogación en la formación. Y nada menos que en el centro del ataque.
Con la posibilidad de realizar apenas dos entrenamientos con el plantel completo antes del duelo de este jueves 7 de septiembre frente al Tri en en Monumental, el técnico tiene pensado repetir a Emiliano Martínez, Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Lionel Messi y Di María del equipo que inició la final contra los Bleus. Pero no decidió si sostendrá a Julián Álvarez como referencia de área o si le devolverá la titularidad a Lautaro Martínez.
Motivos tiene de sobra para elegir a cualquiera de los dos...



