Jude Bellingham canaliza su Michael Jordan interior para mantener vivo el sueño de una Inglaterra demasiado sensible a la crítica

Bellingham continuó en esa línea cuando compareció en la sala de prensa del Veltins Arena. Y dijo: "Escuchas a la gente hablar muchas tonterías. Es agradable cuando puedes responder y devolverles un poco. Para mí, el fútbol, estar en el campo, marcar goles y celebrar es mi escape. Tal vez fue un mensaje para algunas personas".

Cuando le preguntaron qué quería decir con lo de "tonterías", Bellingham canalizó nuevamente su Jordan interior. "Sabes a lo que me refiero con la tontería. La gente habla mucho. Tienes que tomártelo un poco personal", dijo.

"Trabajamos muy duro en este partido. Venimos todos los días, trabajamos duro para ofrecer un espectáculo a los aficionados. A veces no sale bien y a veces parece que hay un poco de críticas, no es agradable escucharlo. Pero siempre puedes usarlo y, en momentos como ese, es agradable devolvérselo a algunas personas".

Bellingham no es el primer jugador de Inglaterra en la Eurocopa 2024 en quejarse de la reacción de los medios de comunicación, y en particular de los jugadores devenidos en periodistas. La semana pasada, Harry Kane instó a Alan Shearer y Gary Lineker a "recordar cómo se siente llevar la camiseta" mientras Declan Rice pedía "algo de positividad" para levantar a los jugadores.

Pero Bellingham, siguiendo el ejemplo de Jordan, respondió a las críticas de la manera perfecta, protagonizando un momento crucial que subrayaba su grandeza. Habría sido fácil encogerse ante el torbellino de críticas o los abucheos de los aficionados ingleses en el estadio, o incluso ante la vista de los seguidores abandonando el estadio antes del pitido final.

El gol fue otra ilustración de que Bellingham es diferente al resto de sus compañeros de equipo de Inglaterra. Puede haber sido criticado por los medios, pero se enfrentó al desafío buscando demostrar a sus detractores que estaban equivocados. Y si quiere seguir encontrando más combustible en sus críticos, no tendrá que buscar demasiado.

Dejando de lado su momento de magia, Bellingham estuvo desastroso contra Eslovaquia, al igual que lo ha estado desde su brillante actuación en el primer partido del torneo contra Serbia. Y lo mismo ocurrió con el resto del equipo de Inglaterra, excepto en los dos minutos finales de tiempo añadido y el primer minuto del tiempo extra, cuando tuvieron sus únicos dos tiros a puerta.

Después de tomar la delantera con ese gol de Kane, Inglaterra volvió a su táctica habitual, retrocediendo y luciendo temerosa, lanzando balones largos con la esperanza de acertar un contragolpe que nunca llegó. Y por eso están siendo criticados.

La realidad es que Inglaterra no merece seguir en el torneo. Tuvieron un comienzo poco convincente contra Serbia, pero su titubeante debut ha resultado ser su mejor actuación.

Las cosas han ido empeorando constantemente desde entonces, y no es de extrañar que los periodistas los estén criticando mientras los aficionados se impacientan. ¿Cómo debería responder la prensa a un torneo en el que solo han ganado un partido dentro de los 90 minutos y han marcado menos de un gol de media por encuentro, sin enfrentar a ningún equipo clasificado dentro de los 20 mejores del mundo?

Jordan tuvo que buscar cosas pequeñas que le motiven a seguir ganando porque sus Bulls ya eran el mejor equipo en la NBA. Pero este equipo de Inglaterra, a pesar de su talento y experiencia, aún no ha mostrado su verdadero potencial en Alemania. Y los comentarios de Bellingham, al igual que los de Kane y Rice, alimentan el sentimiento de que Inglaterra se está volviendo demasiado sensible a críticas que son totalmente justificadas.

Si bien es cierto que Bellingham ha utilizado las críticas para inspirarse, no puede cometer el error de pensar que todo está bien. Porque si Inglaterra sigue con su estilo de juego lento contra Suiza, que superó a Italia y estuvo a un minuto de vencer a Alemania, entonces se volverán a casa en cuartos.

Lejos de "hablar tonterías", como sugirió el mediocampista del Real Madrid, los medios están señalando los grandes defectos de Inglaterra con la esperanza de que los resuelvan. Sin embargo, Gareth Southgate sonó desafiante cuando insistió: "Nunca sentí que esta noche sería el fin de nuestro torneo".

Fue solo gracias a un acto de pura calidad de Bellingham que Inglaterra no está de vuelta en casa, y la fe ciega no será suficiente para llevarlos más lejos en Alemania.

El entrenador, para su crédito, siguió su intuición al decidir mantener a Bellingham en el campo antes del tiempo completo, sustituyendo a Phil Foden y Kobbie Mainoo, quienes habían rendido mejor.

"Con 15 minutos por jugar te preguntas si está exhausto, pero él y Harry Kane producen esos momentos y por eso no haces cambios cuando la gente está pidiéndolos", explicó Southgate, quien le debe el hecho de que todavía tenga trabajo a Bellingham.

Pero necesita admitir que Inglaterra está jugando el peor fútbol en sus ocho años en el cargo. Una vez más, eligió a Kieran Trippier como lateral izquierdo y puso a Foden en la banda. Entonces, ¿qué hará si Trippier, quien se cree que ha estado lesionado durante todo el torneo, es descartado contra Suiza?

Luke Shaw al menos estuvo en el banquillo contra Eslovaquia, pero el hecho de que no fuera llamado cuando Trippier salió sugiere que todavía está lejos del estado físico requerido.

La falta de claridad de Southgate sobre qué hacer en la posición se resume en el hecho de que terminó utilizando a cuatro jugadores en el puesto durante los 120 minutos, terminando con Ezri Konsa defendiendo después de que Eberechi Eze y Bukayo Saka actuaran allí.

Se ha sugerido por varias voces autorizadas, incluyendo la de Ian Wright, que Saka debería jugar como lateral izquierdo ante la falta de opciones. Sin embargo, el delantero del Arsenal desestimó la idea de antemano en la previa al partido, declarando: "No... No creo que ponerme fuera de posición sea la solución."

La negativa de Saka a una solución constructiva al mayor problema de Inglaterra es otro síntoma de los problemas del equipo. En los torneos, los jugadores no siempre pueden jugar en sus posiciones favoritas. Los mejores entrenadores, sin embargo, proponen ideas innovadoras.

Tomen como ejemplo a Didier Deschamps convirtiendo a Antoine Griezmann de segundo delantero en un creador de juego desde el pivote en el último Mundial, o a Vicente del Bosque utilizando a Cesc Fàbregas como un 'falso nueve' cuando España ganó la Eurocopa 2012. Demasiados jugadores en este equipo de Inglaterra parecen no estar dispuestos a ser flexibles. Bellingham, Foden, Kane parecen querer jugar como mediapunta y nadie quiere jugar en la banda izquierda.

Bellingham intentó pintar un panorama alternativo cuando dijo: "Hemos ganado este partido juntos. No yo, no Harry Kane, no los momentos individuales. Son jugadores como Ivan Toney, Eberechi Eze, Cole Palmer, Bukayo Saka yendo como lateral izquierdo. Es el sacrificio que haces por el equipo y esa es la energía que necesitamos mantener independientemente de lo que pase."

La respuesta de Bellingham no se sostiene. Saka jugó como lateral izquierdo por menos de 20 minutos antes de regresar a su lado derecho favorito. Y durante 29 minutos de tiempo extra, al igual que en los primeros 94 minutos del partido, Inglaterra estuvo horrible. Realmente se redujo a momentos individuales de Bellingham y Kane en jugadas puntuales, un lanzamiento largo y un tiro libre desordenado, respectivamente.

Gary Neville resumió las cosas de manera brillante cuando dijo: "Alivio es la palabra del día. Hemos tenido mucha, mucha suerte. Estuvimos desastrosos y hemos estado desastrosos durante cuatro partidos ahora. Él [Southgate] es una gran persona, pero se dará cuenta esta noche que estuvo muy cerca del abismo. Muy cerca del abismo".

Bellingham podría considerar la evaluación de Neville como "basura", pero esa es la verdad. Con suerte, la estrella del Real Madrid puede canalizar su Michael Jordan interno nuevamente y usar los comentarios negativos como motivación para lograr aún más momentos decisivos. Pero él y sus compañeros de equipo no pueden seguir fingiendo que todo está bien.