En su partido número 1000 como entrenador, homenajeado de principio a fin por los seguidores en el Etihad, Pep Guardiola vio a su Manchester City imponerse al Liverpool en una contundente muestra de revancha por lo sucedido la temporada pasada. Con esta victoria, él y su equipo recortaron la ventaja del Arsenal en la cima de la Premier League a cuatro puntos, enviando un mensaje claro a los Gunners: “No tan rápido”.
El Arsenal debería saber, mejor que nadie, que nunca se puede descartar al City en la lucha por el título. Los Gunners lideraron la tabla durante 248 días en la temporada 2022-23, el periodo más largo para un equipo que no ganó la liga, llegando incluso a tener una ventaja de ocho puntos. El verano siguiente reforzaron su plantilla con Declan Rice y reforzaron la defensa, pero aún así no pudieron superar al City, que había perdido a Kevin De Bruyne por la mitad de la temporada y a Erling Haaland durante dos meses.
Los Gunners parecen haber aprendido de los errores pasados y ahora cuentan con un plantel lo suficientemente profundo como para absorber lesiones como las de Viktor Gyokeres y Martin Ødegaard. Sin embargo, al ver cómo el City destrozó al Liverpool el domingo, con un deslumbrante Jeremy Doku liderando el ataque y Haaland anotando por novena vez en 11 partidos, es difícil no sentirse intimidado.
Con el Liverpool ya a ocho puntos del Arsenal, desaparecen de la carrera por el título tan dramáticamente como se habían acercado el año pasado. Pero el City ha vuelto a la pelea y su persecución del Arsenal acaba de comenzar.
GOAL desglosa a los ganadores y perdedores del Etihad Stadium...






