FIFA insiste en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no puede cambiar la sede de los partidos de la Copa del Mundo mientras se avecina el torneo de 2026 en América del Norte y México, a pesar de la amenaza de la Oficina Oval

Montagliani hizo los comentarios ante una audiencia en The Summit, parte de Leaders Week London. El canadiense fue claro en su mensaje a la Casa Blanca; no tienen jurisdicción sobre qué ciudades albergarán los juegos en la Copa del Mundo 2026. 

"Es el torneo de la FIFA, la jurisdicción de la FIFA, la FIFA toma esas decisiones", dijo. "Con todo respeto a los líderes mundiales actuales, el fútbol es más grande que ellos y el fútbol sobrevivirá a su régimen, a su gobierno y a sus eslóganes". 

La Copa del Mundo 2026 se celebrará conjuntamente entre Canadá, EE.UU. y México. 

La administración Trump ha seguido una serie de políticas que podrían causar problemas para el organismo rector del fútbol. En los últimos meses, ha desplegado la Guardia Nacional en varias ciudades que él ha afirmado están experimentando actualmente altos niveles de criminalidad. Los despliegues comenzaron en Los Ángeles en junio de 2025. Unos 2,000 guardias nacionales fueron enviados a la metrópolis californiana para lidiar con las protestas contra redadas de migrantes indocumentados. La Guardia Nacional también fue desplegada en Washington DC en agosto. La ciudad capital de EE.UU. no es una ciudad sede del Mundial 2026. 

Trump ha sugerido que seguirá el mismo curso de acción en otras ciudades sede como Chicago, Nueva York y San Francisco. 

Montagliani estaba respondiendo específicamente a los comentarios que Trump hizo la semana pasada sobre San Francisco y Seattle. En una conferencia de prensa en la Oficina Oval, se le preguntó a Trump sobre la seguridad en esas ciudades antes del Mundial. 

Trump dijo: "Estará seguro para el Mundial. Si pienso que no es seguro, lo trasladaremos a una ciudad diferente.

"Si cualquier ciudad que creemos que va a ser incluso un poco peligrosa para el Mundial, o para los Juegos Olímpicos, pero para el Mundial en particular, porque están jugando en tantas ciudades, no permitiremos que se lleve a cabo. Lo moveremos un poco." 

La mayoría de los partidos del torneo se llevarán a cabo en Estados Unidos. Aproximadamente 78 de los 104 juegos, incluyendo la final, se jugarán en 11 ciudades sede: Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, San Francisco y Seattle. 

Mirando específicamente las ciudades mencionadas por Trump en la conferencia de prensa, Seattle y San Francisco albergarán seis partidos durante el torneo, mientras que Los Ángeles acogerá ocho encuentros. 

Los comentarios se producen como la última intervención de Trump antes del evento principal de la FIFA. 

En marzo, afirmó que las tensiones políticas y económicas entre EE.UU. y sus coanfitriones Canadá y México serían algo bueno para el torneo. Eso se produjo después de que su administración impusiera aranceles a los países vecinos de EE.UU. 

En mayo, sugirió que se debería permitir que Rusia jugara en el torneo, ya que podría actuar como un "incentivo" para poner fin a la guerra en Ucrania. La FIFA y la UEFA han prohibido a la Federación Rusa de Fútbol competir en sus torneos desde que invadió Ucrania en febrero de 2022. 

Durante el verano, Trump generó titulares al involucrarse en las celebraciones del Chelsea después de ganar la Copa Mundial de Clubes en el MetLife Stadium, el estadio de Nueva Jersey que también albergará la final de la Copa del Mundo. 

Los comentarios de Montagliani son el primer indicio de posible discordia entre el organismo rector del fútbol y la administración Trump. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha mantenido una relación cordial con el 'Líder del Mundo Libre' desde que asumió el cargo nuevamente en enero de este año. No está claro hasta qué punto Trump buscará la eliminación de partidos de ciudades específicas, o si la FIFA estará dispuesta a entrar en una batalla legal para proteger los intereses de esos anfitriones.