Cincinnati aplicó un marcaje personal riguroso para contener a Messi, quien ha disputado 90 minutos en 11 partidos consecutivos de la MLS, además de los cuatro encuentros del Mundial de Clubes y los últimos cuatro de la Champions Cup. La intensa carga de partidos podría estar afectando al astro argentino, cuya racha de cinco partidos consecutivos con dobletes llegó a su fin.
“Nos presionaron fuerte desde el inicio. Nunca encontramos nuestro ritmo, no estuvimos ni afilados ni claros mentalmente, y ellos aprovecharon al máximo,” reconoció Mascherano.
El entrenador destacó un breve impulso en la segunda mitad, poco después de caer 2-0, cuando Miami casi logró descontar.
“Ese momento pudo haber cambiado el ánimo y darnos una chispa,” explicó. “Pero no fue así. El resultado, y sobre todo cómo se dio el partido, es preocupante. Ahora necesitamos reiniciar.”