'Estaba convencida de que iba a morir' - Exentrenador del Inter ayuda a salvar a dos adolescentes de ahogarse pero insiste en que 'no es un héroe'

Mientras estaba de vacaciones con su familia en una playa de Puglia, el exentrenador del Inter, Stramaccioni, participó en un dramático rescate. Notó que dos chicas jóvenes, de 17 y 19 años, estaban en apuros en el agua, luchando contra fuertes olas. Al reaccionar a los silbidos urgentes del socorrista, Stramaccioni corrió y se lanzó al mar para ayudar, entendiendo que el socorrista no podría salvar a ambas chicas solo. Sus acciones rápidas y decisivas finalmente llevaron al rescate seguro de las dos adolescentes.

Las chicas estaban en aguas profundas y una de ellas estaba en estado de shock, lo que hizo que Stramaccioni sintiera un miedo genuino por sus vidas y la suya en un momento. Sin embargo, el exentrenador cree que sus acciones no fueron extraordinarias, sino más bien una respuesta natural. "No soy un héroe ni un loco; de hecho, en un momento lo pasé mal yo mismo", relató, restando importancia a su inmenso coraje.

Recordando la escena, el exentrenador de Udinese dijo: "Estaba bajo la sombrilla con mi esposa e hijos. En un momento, a lo lejos, la gente comenzó a agolparse a lo largo de la orilla. Uno de los socorristas estaba en el agua, silbando para atraer la atención. Había dos chicas agitando los brazos y gritando, así que me levanté y rápidamente me dirigí al agua. Inmediatamente sentí el peligro. El socorrista nunca lo habría logrado solo. El socorrista entró al agua sin nada, ni chalecos salvavidas ni cuerdas, como yo. Me dijo que me dirigiera hacia la primera chica, la mayor, mientras él se concentraría en la otra. Tan pronto como la vi, me dijo que tenía miedo. El agua era profunda, las olas eran fuertes, le reiteré que se mantuviera tranquila, que se quedara de espaldas, y que en cinco minutos todo habría terminado. Al final, eso fue lo que sucedió."

Stramaccioni continuó: "Tan pronto como llegamos a una zona de confort cerca de la orilla, me di la vuelta para comprobar cómo estaban el socorrista y la otra chica. Estaba en estado de shock. El socorrista no podía ayudarla, así que inmediatamente me di la vuelta. La situación de la chica más joven era desesperada: seguía desapareciendo, sumergiéndose y luego volviendo a salir, y sobre todo, ya había bebido mucho. Mientras tanto, el bote de rescate había recogido al socorrista e intentaba alcanzarnos, pero estábamos demasiado cerca de las rocas. Comenzaron a lanzarnos cuerdas desde las rocas, pero no podíamos alcanzarlas. Empecé a asustarme, especialmente porque la chica me estaba arrastrando al agua. Estaba convencida de que iba a morir. No soy un héroe ni un loco; de hecho, en un punto lo pasé mal yo mismo, pero como alguien con las características físicas y mentales necesarias para una situación similar, me sentí obligado a intervenir. Mi hijo me preguntó, 'Papá, ¿y si yo hubiera muerto?' Lo hice por un sentido de 'protección', como si mi esposa o uno de ellos hubiera estado en el agua."