Los de Didier Deschamps sólo cuentan con un gol en contra en toda la competición. Fue en la última jornada del Grupo D, de penalti, en el 1-1 ante Polonia.
Las buenas actuaciones de Koundé y Hernández por los laterales y la figura de William Saliba ―clave en el gol ante Bélgica― en la zaga central que acompaña Upamecano, se suman a la estructura bastante conservadora que plantea el entrenador en el medio del campo. Para atacar le quita fluidez, pero para proteger la defensa le sirve.
Si bien Roberto Martínez promete más valentía en su búsqueda, lo cierto es que Portugal no se aleja del camino francés. Encajó un gol en el debut ante República Checa y luego, salvo los dos goles de Georgia en el encuentro donde puso una línea defensiva completamente alternativa, no ha recibido tantos.
Un João Cancelo que pesa en ataque por derecha y un Nuno Mendes que puede hacerlo por izquierda se conectan con la zaga central de Rúben Dias y el experimentado Pepe, que si bien tuvo un fallo enorme ante Eslovenia, se ha marcado un aceptable torneo a sus 41 años.
No obstante, la figura rutilante de los octavos de final para Portugal es Diogo Costa. El portero le quitó la clasificacón a Šeško y luego desvió los tres penaltis en la tanda. Sin dudas, se ha vuelto un pilar luso.