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Angel Di Maria Seleccion argentina Despedida Copa America 20062024Goal

El último baile de Ángel Di María completa con más gloria su emocionante camino de redención en la Selección argentina

El 10 de julio del 2021, la carrera de Ángel Di María en la Selección argentina cambió para siempre. Atrás quedaban años de frustraciones, de lesiones inoportunas, de partidos clave en los que no podía mostrarse en todo su esplendor. Esa noche, en el Maracaná, empezó a escribir el capítulo más glorioso de su historia a nivel selecciones.

Hace algunos meses, el Fideo anunció que la Copa América 2024 sería el final de ese camino. El que empezó en la Sub 20, que pasó por Juegos Olímpicos y, luego de una década y media, puede disfrutarlo de manera plena, sin el peso que cargaba sobre sus espaldas y que hace dos años empezó a sacarse de encima.

Y como no podía ser de otra manera en estas historias propias de una película, las lágrimas al ser reemplazo en el minuto 117 eran de felicidad por la última consagración.

  • DE PROMESA A REALIDAD

    La historia de Ángel en la Selección argentina comenzó a escribirse desde muy joven, en el Sudamericano Sub 20 2007 y, unos meses más tarde, en el Mundial de esa categoría, ganado de punta a punta. Y en el 2008, daría inicio a la serie de goles que valieron títulos, al anotar el único tanto de la final de los Juegos Olímpicos, ante Nigeria, con un toque de zurda por encima del arquero.

    El estreno en la mayor fue de la mano de Diego Maradona, quien supo defenderlo de las críticas al dejar otra de sus inolvidables frases: "A Di María me lo resistían". Sin embargo, su primera Copa del Mundo no lo tuvo en su esplendor y pasó desapercibido.

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  • LESIÓN Y CARTA

    Llegaba el Mundial 2014 y Di María estaba en el pico de su rendimiento. Había sido determinante en la final de la Champions League en la que Real Madrid había necesitado del tiempo suplementario para vencer al Atlético. Y en Argentina integraba un cuarteto de calidad con Messi, Higuaín y Agüero, que había desfilado en la fase de grupos y, luego de sufrir 117 minutos ante Suiza, el Fideo lograba el gol de la victoria en octavos de final.

    Unos días después empezaba la crisis: ante Bélgica, corrió de más en un contragolpe e inmediatamente se tomó el cuádriceps por un desgarro. Se terminaba el Mundial para el Fideo, aunque la novela tenía un capítulo clave: la famosa carta de Real Madrid que llegó a la concentración albiceleste en el día previo a la final.

    Unos dicen que el jugador llevó la carta al vestuario de Alejandro Sabella, la rompió y pidió jugar como sea; otros, que se resignó ante la orden de Florentino. El final es por todos conocido: vio el partido desde la platea y se lamentó por la derrota ante Alemania.

  • SEGUIDILLA DE FRUSTRACIONES

    Un año más tarde, su físico volvía a generarle un problema, cuando solo pudo jugar 29 minutos en la final contra Chile por otro desgarro. Y en la Copa América Centenario, volvería a chocar contra la misma pared. Pero la historia no terminaba ahí, porque quedaba el desastre de Rusia, donde ni siquiera su golazo en octavos de final ante Francia lo salvó del escarnio público. Sus días estaban contados.

    El ciclo de Scaloni, en sus inicios, prescindía de los históricos y, a excepción de Messi, ya no había lugar para la vieja guardia. Sin embargo, desde su nivel en PSG y cierta presión mediática, se ganó un lugar en la Copa América 2019, que no supo aprovechar. Ahora sí parecía el final.

  • RENDIRSE JAMÁS

    Después de Brasil, el teléfono de Di María dejó de recibir llamados vinculados a la Selección. El equipo estaba en marcha sin él después de la pandemia, en el inicio de las Eliminatorias rumbo a Qatar. De hecho, si la cita continental hubiera sido en 2020 como estaba originalmente programada, todo hubiera sido distinto.

    Pero el Fideo no sabe bajar los brazos y es ésa una de sus grandes virtudes. Entonces tuvo la última oportunidad y no la desaprovechó. Su toque por encima de la cabeza de Éderson, después del balón largo de De Paul, ya forma parte de la galería de momentos inolvidables de la Albiceleste.

    Lo que vino después es historia conocida: repitió un gol en una final al convertirle a Italia en la Finalissima, pero se tenía reservada la obra cumbre para el 18 de diciembre del 2022, cuando apareció en Lusail para liquidar el contragolpe de todos los tiempos, la frutilla de una final que, a nivel personal, fue perfecta hasta su reemplazo.

  • EL FINAL DEL CAMINO

    La Selección argentina llegaba como el gran candidato a quedarse con la Copa América 2024 y, en la fase de grupos, mostró parte de su potencial, al ganar sus tres encuentros y en dos de ellos con Ángel como titular. A nivel estadístico, el 11 escribe nuevas páginas doradas: al participar en los tres partidos de la fase de grupos, superó a Javier Zanetti y quedó como el tercero con más presencias en la Albiceleste; lo que no podrá hacer es igualar a Mascherano en el segundo lugar, con 147 apariciones ya que no ingresó en el sufrido empate con triunfo en penales ante Ecuador.

    En la semifinal ante Canadá volvió a ser titular, tuvo una actuación más que aceptable y, en la previa de la final, se vivieron momentos emotivos dentro de la concentración, ya que el plantel le rindió homenaje a horas del último baile en Miami, que tuvo la gloria que tanto merecía: jugó 117 minutos, fue uno de los destacados de la Albiceleste y pudo levantar el trofeo junto a su amigo Leo Messi.

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