El estreno de Kylian Mbappé como nueva estrella del Real Madrid no puede ser mejor: en su primer partido ya convirtió un gol para el 2-0 sobre el Atalanta y ganó la Supercopa de Europa, para tachar de su lista de pendientes conseguir un título internacional a nivel clubes.
Puede que en su debut no haya sido el más destacado del equipo merengue pero también es lógico luego de la Eurocopa accidentada con su fractura en la nariz, las vacaciones luego de la competencia, no viajar a la pretemporada en Estados Unidos y, como si fuera poco, tener que adaptarse a un equipo que funcionaba en ofensiva como un reloj y que viene de conquistar Europa.
Sin embargo, efectividad de cara al arco ya empieza a mostrar sus frutos y promete una temporada inolvidable para la Casa Blanca.