El episodio más vergonzoso del Barcelona hasta el momento: la farsa de registro de Dani Olmo amenaza con socavar aún más la desmoronada campaña blaugrana

Olmo es un futbolista talentoso. Lo demostró en la Eurocopa 2024, donde llegó a una España fuerte debido a una desafortunada lesión de Pedri, e hizo que el equipo de Luis de la Fuente fuera aún mejor. Sin embargo, la decisión del Barça de comprometer 103 millones de euros (85 millones de libras esterlinas/106 millones de dólares) para ficharlo procedente del RB Leipzig, en salarios y tasas de transferencia, levantó muchas cejas en España.

Desde un punto de vista puramente deportivo, Olmo no era un jugador que el Barça necesitara especialmente. Tenían otros puestos más problemáticos que cubrir. Sin embargo, fue el aspecto financiero de la transferencia el que no tenía ningún sentido porque, en ese momento, el Barça todavía excedía el límite de gasto anual impuesto por la Liga.

Laporta y el director deportivo Deco insistieron en que el Barça podría permitirse ese desembolso y seguir cumpliendo las estrictas normas financieras de la máxima categoría española. Estaban convencidos de que podrían recaudar suficiente dinero mediante la salida de jugadores antes del cierre del mercado de fichajes de verano para dejar sitio a Olmo, pero se equivocaron.

La única razón por la que los catalanes pudieron inscribir al mediocampista ofensivo (dos partidos después de la nueva temporada) fue una lesión de larga duración del defensa Andreas Christensen que liberó suficiente espacio para Olmo dentro del tope salarial del Barça.

Sin embargo, solo fue una medida de emergencia temporal, y aunque Christensen reapareció en el sitio web de La Liga el 1 de enero como jugador registrado del Barcelona, el perfil de Olmo fue eliminado.

Básicamente, al Barça se le dieron cuatro meses adicionales para equilibrar sus cuentas, y Laporta y Deco declararon repetidamente durante la primera mitad de la temporada que Olmo, y su compañero fichaje de verano Pau Víctor, serían registrados antes de la fecha límite del 31 de diciembre de 2024 sin ningún problema.

Cuando el 12 de diciembre le volvieron a preguntar a Deco cómo pensaba el Barça fichar a Olmo, el portugués visiblemente irritado dijo a Movistar: "Estos son problemas internos del club. Pero no os preocupéis, lo solucionaremos. El jugador está tranquilo, no te preocupes."

El presidente de La Liga, Javier Tebas, también hizo una actualización positiva en ese momento. "Espero que el Barça lo consiga. Estoy seguro de que lo hará. Están trabajando en ello y yo soy optimista", dijo Tebas a los periodistas. "Al final del día, siempre lo logran".

Sin embargo, en esta ocasión en particular, el resultado aún está en juego.

Laporta afirmó en septiembre que el Barcelona podría haber logrado la relación 1:1 deseada por La Liga entre la deuda neta y los ingresos del club si hubieran firmado un nuevo acuerdo con Nike, pero explicó que no estaba contento con los términos del acuerdo propuesto.

Sin embargo, incluso después de acordar tardíamente una extensión con el fabricante de la equipación en noviembre, el Barça todavía no estaba en condiciones de registrar a Olmo y, por lo tanto, intentó resolver el asunto en los tribunales.

El club intentó obtener una medida cautelar de registro tanto para Olmo como para Víctor en la última semana de diciembre, pero su caso fue desestimado, al igual que la posterior apelación el 27 de diciembre.

"La Liga ha conocido hoy la sentencia... que desestima la solicitud de inscripción provisional de Dani Olmo hasta el 30 de junio de 2025, por considerar que no se cumplen ninguna de las condiciones necesarias para la adopción de una medida cautelar", se lee. un comunicado emitido por el órgano de gobierno.

"La sentencia también subraya que 'el objetivo de permitir gastos adicionales es que una lesión de larga duración no debilite la competitividad del equipo, no utilizar una lesión de larga duración para permitir la inscripción de jugadores cuyos salarios superen el límite, lo cual es lo que intenta el FC Barcelona'."

Según informes generalizados, Barcelona acordó vender asientos VIP en el nuevo Camp Nou durante los próximos 20 años a un fondo qatarí por 100 millones de euros (83 millones de libras esterlinas/103 millones de dólares) en los últimos días de 2024, en un desesperado y último intento de cumple con las normas de La Liga y, el 31 de diciembre, el club confirmó que había "solicitado a la Federación Española de Fútbol (RFEF) una nueva licencia para los jugadores Daniel Olmo y Pau Víctor".

Sin embargo, ningún jugador puede ser inscrito sin la aprobación previa de La Liga, que emitió su propio comunicado apenas unas horas antes de la fecha límite afirmando que el Barça "no ha facilitado ninguna alternativa que, cumpliendo con las normas de control económico de La Liga, le permita registrar a cualquier jugador a partir del 2 de enero".

Entonces, ¿dónde deja eso a Olmo y Víctor ahora? Básicamente, en el limbo, ya que ni siquiera pueden salir en préstamo si no están oficialmente registrados. Olmo puede activar la cláusula de su contrato que le da derecho a marcharse gratis en caso de que el Barça no le consiga la licencia, aunque su agente asegura que el internacional español no tiene intención de jugar con nadie más, como siempre fue suyo Sueña con volver al club de su infancia.

Además, según se informa, el Barça sigue confiando en que el acuerdo de asientos VIP eventualmente conducirá a que ambos hombres sean autorizados a jugar, y se esperan más actualizaciones el viernes 3 de enero.

Sin embargo, los blaugrana ahora cuentan esencialmente con que La Liga infrinja sus propias reglas, ya que los clubes no pueden inscribir jugadores dos veces en la misma temporada y está claro que no se cumplió el plazo para cumplir con los requisitos financieros, lo que significa que podría haber un serio reacción de los otros equipos de la máxima categoría española si el Barça recibe lo que podría percibirse como un trato especial.

Lo que está claro, sin embargo, es que incluso si el Barça logra que tanto Olmo como Víctor vuelvan al campo para el final de la campaña 2024-25, todo el lamentable asunto sólo ha empañado aún más la reputación del club y debilitado gravemente la posición de Laporta como presidente.

"Queremos expresar nuestra total indignación y vergüenza provocada por la gestión de Joan Laporta y la junta directiva por las altas de Dani Olmo y Pau Víctor, y exigimos su dimisión", afirmó la peña Som un Clam en un comunicado. "Lo que hemos vivido en las últimas horas de 2024 demuestra que el círculo vicioso en el que ha entrado el equipo rector del club ha explotado por completo. Antes de lo imaginable, una gestión amateur y errática está empezando a afectar el rendimiento deportivo del primer equipo, que podría verse privado de dos de sus fichajes".

Es un punto justo. El equipo de Hansi Flick comenzó a desmoronarse justo antes de las vacaciones de invierno, desperdiciando una enorme ventaja en La Liga en el proceso, y la posible indisponibilidad de Olmo y Víctor difícilmente ayudará a aliviar la tensión en un equipo ya sobrecargado.

Según Sport, Laporta no tiene intención de dimitir pero Font se encuentra entre las figuras cercanas al club que de forma muy descarada intentan hacer insostenible su puesto.

"No podemos aceptar cómo el presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha manejado este tema", escribió en las redes sociales el candidato presidencial de 2021. "Exigimos a la junta y al presidente que expliquen sus acciones y las consecuencias en detalle, incluyendo:

"¿Por qué fichamos a un jugador tan caro si ya estábamos por encima de los límites del Fair Play y no teníamos un plan claro para solucionarlo? ¿Por qué emprendimos acciones legales si sabíamos que no funcionaría, como han demostrado las sentencias judiciales? ¿Qué está haciendo el club ahora para no perder a Olmo y Pau Víctor? ¿Cuál es la verdad sobre la venta de las localidades VIP del Camp Nou? ¿A qué inversores y en qué condiciones?

Es posible que Font esté motivado por el potencial de beneficio personal, pero todas estas son preguntas válidas que Laporta debe responder, y rápido. Afirmó apenas en febrero pasado que "el período más oscuro" en la historia del club casi había terminado y, sin embargo, el futuro parece tan sombrío como siempre, con el Barcelona arruinado y destrozado al comenzar un nuevo año.