David de Gea debe decidir qué es más importante: ¿recuperar su carrera futbolística o ganar mucho dinero?

De Gea ha tenido una vida curiosa desde su desagradable salida del United en julio pasado. El español pensaba que se quedaría en el club a pesar de llegar al final de su contrato y esperaba firmar una extensión. Sin embargo, esa oferta fue retirada por los Red Devils en el último minuto y reemplazada por una oferta alternativa y más baja, al mismo tiempo que el United intentaba fichar a Andre Onana. Fue una forma cruel de tratar a un leal servidor del club como De Gea y, ante la perspectiva de obtener un trato peor para ser suplente, nadie podría culpar al español por decir 'gracias pero no'. Fue con cierta tristeza que puso fin a su larga etapa en Old Trafford, donde se convirtió en el portero con más tiempo y en el hombre que más porterías a cero había mantenido en su historia.

Ha sido difícil dar sentido a lo que ha sucedido desde entonces. De Gea recibió ofertas para continuar su carrera inmediatamente después de dejar el United, pero por alguna razón prefirió tomarse un descanso, decidiendo que ninguna de las oportunidades sobre la mesa le llamaba la atención.

La ventana de transferencias se cerró y se quedó sin club. Según The Athletic, estaba tan molesto con la forma en que había sido tratado por el entrenador del United, Erik ten Hag, y el entonces director deportivo, John Murtough, que consideró retirarse del fútbol por completo.

Sin embargo, no hubo ningún anuncio, y sólo se supo de él a través de su cuenta de Instagram, donde publicó videos de él haciendo entrenamiento individual y una foto de un reencuentro con Bruno Fernandes mientras visitaba Manchester.

Eso llevó a cierta emoción entre los seguidores del United sobre la posibilidad de que De Gea regresara al club de forma sorpresiva, aunque ese movimiento nunca estuvo en los planes. Más tarde se supo que había estado pasando tiempo en Inglaterra principalmente por razones fiscales.

Cuando no estaba viendo al equipo de mujeres del United o jugando pádel, De Gea se mantenía ocupado dirigiendo su equipo de E-sports, Rebel Gaming, y pasando tiempo con su esposa e hija en España. Como jugador del United, De Gea se había acostumbrado a hacer frecuentes viajes de regreso para ver a su esposa, quien seguía viviendo en España, ya que él había dicho que a ella no le gustaba Manchester.

¿Quién podría culparlo por disfrutar de un tiempo en familia? Sin embargo, según The Athletic, aproximadamente cinco meses después de su descanso, De Gea "se dio cuenta de que extrañaba el fútbol y comenzó a trabajar hacia un regreso".

La inminente llegada de la ventana de transferencias de enero llevó a especulaciones inevitables de que estaría buscando otro club, y surgieron informes de que había interés en él por parte de varios clubes de la Liga Saudí Pro, incluido el Al-Ettifaq de Steven Gerrard.

En ese momento, GOAL consultó a una fuente que conoce a De Gea y se le dijo que el español estaba siendo "exigente" sobre su próximo club. Así fue. La ventana de transferencias pasó y De Gea siguió sin club.

El español regresó a Inglaterra en el nuevo año y publicó más videos de él entrenando, esta vez en la casa del equipo de la National League Altrincham, cerca de donde solía vivir De Gea.

Se creía que De Gea había entrenado regularmente allí, aunque un reportero que visitó el estadio para tratar de obtener más información fue tratado con desdén por un guardia de seguridad.

El misterio de De Gea continuaba, con el portero manteniéndose en silencio sobre sus planes futuros; poco se decía en los medios. El hecho de que el español no haya trabajado con un agente desde que cortó lazos con Jorge Mendes en 2019 ha dificultado que encuentre un nuevo equipo, ya que su círculo cercano de amigos de confianza no tiene la red de contactos en la que los agentes suelen apoyarse.

The Athletic informó la semana pasada, solo días antes de que surgiera la noticia del interés del Genoa, que la prioridad de De Gea era "un club y una ciudad que le garantizara estabilidad a él y a su familia", agregando que había recibido interés de Arabia Saudita, Italia y Estados Unidos.

Esa descripción fue algo vaga, por lo menos, y es tentador concluir que la palabra "estabilidad" podría haber sido fácilmente reemplazada por "bien remunerada".

Los futbolistas naturalmente querrán ganar tanto como puedan, pero De Gea no puede exigir el mismo salario que ganaba en el United, donde estaba en un asombroso salario de 480 mil euros por semana. El United pagó considerablemente más de lo necesario cuando lo ataron a ese contrato de cuatro años en septiembre de 2019. En comparación, se dice que Ederson gana 242 mil euros por semana en el Manchester City y Alisson está en un estimado de 190 mil euros por semana en el Liverpool. Aun así, De Gea podría argumentar convincentemente que era el jugador más consistente del United en ese momento, cuando tenía 28 años. Había ganado el premio al Jugador del Año del club tres de los cuatro años anteriores y había sacado al United de apuros repetidamente bajo la dirección tanto de José Mourinho como de Ole Gunnar Solskjaer. También era el indiscutible número 1 de España. Pero las circunstancias son muy diferentes ahora.

De Gea tiene 33 años y no ha jugado fútbol competitivo durante 15 meses. Ni siquiera ha entrenado regularmente con un equipo en ese período. El United ya había considerado que su juego de pies no era lo suficientemente bueno para competir al nivel que deseaban. Lo reemplazaron con Onana, quien es conocido mucho más por sus habilidades con el balón que por sus capacidades para detener remates. Pero para ese entonces, la habilidad de De Gea para mantener el balón fuera había disminuido drásticamente, con un mal desempeño en la derrota de la final de la FA Cup ante el Manchester City. El último partido de De Gea con España fue en octubre de 2020, cuando cometió un error que llevó a la victoria de Ucrania sobre La Roja. Fue suplente sin jugar en el posterior Campeonato Europeo y fue excluido por completo del equipo para la Copa del Mundo de 2022. Dada su caída de estatus y sus dificultades para adaptarse a las nuevas exigencias de los porteros en cuanto al despeje, De Gea debería estar llamando a los clubes él mismo y ofreciendo sus servicios al salario más bajo posible.

Cualquier club que decidiera ficharlo estaría corriendo un gran riesgo al poner su fe en un jugador que ha estado fuera del juego por tanto tiempo. El Genoa le ofrecía un regreso a una de las cinco ligas europeas más importantes y la oportunidad de vivir en una de las ciudades más encantadoras de Italia, en la costa, con una gastronomía de clase mundial. Y estaría a solo dos horas de vuelo de casa. El hecho de que la mudanza se rompiera debido a sus demandas salariales sugiere que su deseo de regresar al fútbol no fue tan grande.

De Gea tiene un mes para encontrar otro club que le interese. Y si realmente está decidido a volver al fútbol, se le aconsejaría que baje sus pretensiones.

Para ponerse al día de nuevo, necesita hacer menos publicaciones crípticas y comenzar a trabajar. Y no solo cuando la cámara está grabando.