En su visita a Mundo Deportivo, Jordi Roura y Aureli Altimira, exresponsables de la cantera del FC Barcelona, recordaron cómo fue la primera prueba de Lamine en el Barça:
“Vino a una prueba con seis años. Era delgadito, poca cosa, caminaba raro... En aquel partido eran 20 niños detrás de un balón. Una locura. Pero de vez en cuando, aquel niño con una pinta extraña hacía cosas que decías: “¡Ostras! ¡Este chaval es distinto!”. La primera sensación fue de escepticismo pero rápidamente nos dimos cuenta que este jugador era otra historia. Nos sentábamos a ver el partido en la Ciutat Esportiva y comentábamos: “Ahora tiene que pasarla ahí”. Y él inventaba algo distinto y lo hacía bien. Es un jugador muy especial.
A día de hoy es de los mejores del mundo. Parece que es capaz de aguantar la presión, esperemos que siga así, porque se le está comparando con Leo y eso son palabras mayores, no, lo siguiente. Está en un equipo con mucho futuro, que se conocen y está bien rodeado. Esto es muy importante para él.
Lo más importante es que no se vuelve loco, que no le ves ninguna cosa rara. Tiene la cabeza bien amueblada y su forma de comportarse de momento va bien”.