Adrián Cubas apareció el 4 de mayo de 2014. Boca le ganaba 3 a 1 All Boys en Floresta y Carlos Bianchi decidió que era momento que el misionero, a quien había subido desde la Reserva, haga su debut con tan solo 17 años. Entró por Sánchez Miño faltando solo siete minutos y, al año siguiente, empezó a sumar rodaje de la mano de Rodolfo Arruabarrena, con quien llegó a disputar 29 partidos (28 como titular) entre 2015 y 2016. Pero la llegada de Guillermo Barros Schelotto cambió todo.
Cubitas, como le decían desde su etapa en inferiores, pintaba para ser una fija en el mediocampo del Xeneize. "El día que agarre la Primera, no la larga más", había aventurado el Vasco. Sin embargo, su altura y su estilo no terminaron de convencer al Mellizo, que enseguida optó por otras opciones antes que él. Poco a poco fue quedando relegado -su último encuentro en el club fue el 29 de septiembre ante Lanús por Copa Argentina- hasta que decidió dejar el club.
Su destino fue fijado por su representante: un préstamo a Pescara por seis meses a cambio de 150 mil euros y una opción de compra de cuatro millones de dólares. En el medio, también, la posibilidad de que Juventus se lo lleve en 6,9 millones. El chico que tanto prometía se iba por la puerta chica y sin hacer mucho ruido a buscar el rodaje que necesitaba para asentarse. Rodaje que tampoco encontró en Italia.
Desde su llegada en enero hasta la última fecha que se disputó en la Serie A -ante Roma- y en la que el conjunto dirigido por el checo Zdenek Zeman perdió la categoría, Cubas vio únicamente ocho minutos de acción. Fue en su debut, ante Inter, el 28 de enero. No volvió a entrar más en los 12 cotejos que se jugaron desde entonces.
En junio deberá volver a Boca, en donde habrá lugar para él. La salida de Rodrigo Bentancur a la Vecchia Signora y la lesión de Sebasitán Pérez dejan un hueco en el centro del campo que bien podría ser ocupado por él. ¿Saldrá el club a buscar otro jugador o se conformará con lo que tiene? Sin el uruguayo y sin el colombiano, el Melli solo contará con Gago, Pablo Pérez y Wilmar Barrios...
