LA SALIDA DE TEVEZ Y EL REARMADO DEL EQUIPO
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Carlitos dijo adiós en enero tras jugar, acaso, los cuatro partidos más determinantes desde su regreso, Superclásico incluido. Así, Guillermo Barros Schelotto debió rearmar un once que giraba en torno al '10' y encontró la solución en sus bases: volvió al 4-3-3 que tanta eficacia le había dado en Lanús, con Pavón y Centurión por los costados, y le devolvió la confianza a un Benedetto que venía de un esguince de rodilla. Con un Gago líder y un Pipa goleador, se aferró a la punta y empezó a sacar diferencias.
LA DERROTA ANTE RIVER Y OTRA RENOVACIÓN
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Próximo partido
El Millonario llegó a La Bombonera en mayo, con el Xeneize puntero pero no tan alejado de sus perseguidores. Y el conjunto de Gallardo, que hasta ese momento nunca había logrado ganarle por torneos locales, dio el golpe tras un primer tiempo arrollador en que los dirigidos por el Mellizo cometieron muchos errores. El 1-3 final fue el fin de ciclo para toda la defensa y fue el desencadenante de varios cambios: atrás, entraron Jara, Silva, Magallán y Tobio y, en el medio, ingresó para ya no salir más Wilmar Barrios. El susto quedó solo en eso, ya que tras ese tropezón, hilvanó cuatro triunfos y dos empates para consagrarse campeón.
CHAU CENTURIÓN, HOLA JERAQUÍA
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La novela del mercado de pases fue la continuidad de Centurión. El técnico lo quería, la dirigencia no y el jugador fue quien le puso el sello a su salida tras algunos actos de indisciplina que fueron insanables. Pero con él afuera, llegaron Paolo Goltz, para adueñarse de la defensa, Edwin Cardona, para heredar la '10', y Nahitan Nández, jugador de selección, para reforzar el medio. El renovado Boca empezaba a tomar forma...
UNA RACHA RÉCORD
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Ocho victorias al hilo consiguió el Xeneize en el inicio de la Superliga. El mejor arranque en la historia en el profesionalismo. Y hasta octubre, más precisamente hasta después del encuentro con Chacarita (cuando llevaba cinco fechas con puntaje ideal) parecía que no lo iba a parar nadie. Pero allí fue cuando comenzaron las desgracias y se opacó lo que fue un año exitoso.
LAS LESIONES Y UNA NUEVA REINVENCIÓN
Jorge Sampaoli llamó a Pintita a la Selección argentina para participar de lo que sería un choque decisivo ante Perú para lograr la clasificación a Rusia 2018. El volante entró a La Bombonera y, en la segunda pelota que tocó, se rompió la rodilla. Un mes después, ante Racing y en el mismo escenario, el que sufrió la misma lesión fue Darío Benedetto. Así, para las últimas jornadas, el técnico debió echar mano a suplentes que también se lastimaron (Bou y Junior Benítez) y a juveniles para conseguir el objetivo, que se terminó dando ante Arsenal gracias a un gol de Guido Vadalá, un pibe que no había jugado ni un minuto desde su regreso al club.