En una entrevista con la RAI, de Italia, Mehdi Benatia escuchó y no se hizo el desentendido. “¿Qué es esta estupidez? Corta ya, marroquí de mierda”, fue la frase que percibió por un auricular. Los periodistas, desde los estudios televisivos, intentaron negar el hecho, jugando a la confusión.
-No hemos escuchado nada- sostuvo la periodista-presentadora, mostrando sus dientes de felicidad o de nerviosismo.
-¿Quién dijo eso?- insistió el defensor, sin sonrisas.
-Estamos teniendo problemas técnicos- afirmó otra vez la misma periodista, intentando obviar rápido la agresión y pasar a otro tema.
-He oído un insulto- agregó el francés nacionalizado marroquí.
-Quizá las interferencias del micrófono o del estadio- le contestaron.
Mehdi Benatia, junto con Marruecos, formará parte del Grupo B del Mundial, y será rival de España.
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A Benatia no le convenció la respuesta y le molestó más el no pedido de disculpas. Así lo hizo saber más tarde en Instagram: “Después de los lamentables acontecimientos durante la entrevista en el canal RAI, quiero confirmar lo que he oído en el auricular. Otras dos personas han escuchado lo mismo que yo. El mal que se ha cometido es trágico, pero lo más grave es que no reconocieron su error. Una investigación está en marcha”.
La personalidad del defensor no presenta demasiados grises. Lo demuestra también en el terreno de juego: esa misma personalidad lo llevó a brillar en Roma, integrando una de las mejores defensas en el subcampeonato (2013-2014) del conjunto de la capital italiana, equipo que le pagó a Udinese cerca de 13 millones de euros para contar con el zaguero; esa misma manera de manejarse, además, lo depositó luego en Bayern Munich (lo compró por 26 millones de euros), donde no tuvo las posibilidades que pretendía, pasando después a Juventus para reencontrar su mejor nivel y ser considerado uno de los mejores defensas de la actualidad.
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Nacido en Francia, de padre marroquí y madre argelina, Benatia no tuvo un comienzo sencillo en su trayectoria. En Olympique de Marsella, donde fue formado, se marchó sin tener continuidad y sin ver una proyección seductora para su carrera. Claro que no se rindió y cambió la ignorancia por la promesa: siguió peleando por un sueño en Lorient y Clermont Foot, hasta encontrar en Udinese su mejor trampolín a la elite mundial.
Goal
Tendrá 31 años en el Mundial. Tendrá experiencia para que Marruecos, que volverá a disputar después de dos décadas el certamen internacional, exhiba un digno papel. Benatia, eso sí, podrá de aquí en más agregar una sorpresa en este camino. Él se define por sus acciones: lo que siente le gana siempre a lo formalmente correcto. En marzo de 2017, otra acción pública sirvió para comprender mejor su filosofía, tras renunciar a una convocatoria de su Selección porque no estaba siendo titular en la institución de Turín. Su argumento fue expuesto en Facebook: “A la Selección sólo debe ir quien sea titular en su club. Sabéis el afecto que siento por mi país, con gran emoción he decidido renunciar a la próxima convocatoria de la Selección, y así lo haré hasta que no cambie mi situación en mi equipo”.
