ANÁLISIS
El barcelonismo, instalado permanentemente en una montaña rusa de emociones en función de por donde soplen los vientos de la actualidad, ya no se acuerda de Neymar Da Silva. El momento de gracia que viven Leo Messi y el Barcelona invitan a pasar página al adiós del brasileño, e incluso al rosarino se le ve contento en el terreno de juego a pesar de haber perdido a uno de sus mayores socios futbolísticos.
Fuera del campo ambos mantienen el contacto y la amistad que forjaron durante cuatro años. Dentro del terreno de juego, y ya con cada uno por su lado, el rosarino vuelve a ser, más que nunca, el faro del cuadro azulgrana. Sus registros cotizan al alza y apenas ha cambiado sus dinámicas a la espera de que Ousmane Dembélé ocupe el rol de estrella que el club le otorga. Pero a efectos prácticos, la marcha del brasileño no ha afectado negativamente a Messi en cuanto a sus registros.
Tampoco han cambiado demasiado ciertas dinámicas sin el brasileño. Nadie discute el liderazgo del rosarino y tampoco es que sucediera la temporada pasada. Sin embargo, el tridente vivía al margen del resto a menudo y poquísimas veces se dejaban fotografiar por separado en los entrenamientos e incluso en el calentamiento previo a los partidos, donde los jugadores suelen trabajar por parejas, la MSN permanecía junta también entonces. Por lo menos desde que Dani Alves, inseparable compañero de Messi en el calentamiento, resolvió dejar el Barcelona.
Próximos partidos
Actualmente Messi realiza el calentamiento con Luis Suárez aunque quien sabe si Ousmane Dembélé tardará demasiado en unírseles. El francés confesó "vivir un sueño" tras debutar al lado del rosarino, igual que hiciera Neymar años antes. En el césped, el fichaje estrella de esta temporada muestra descaro pero no por ello dejó de buscar a Messi, cuya posición es difícil de definir desde la llegada de Valverde.
El 'txingurri' busca arroparle con futbolistas que le entiendan y a pesar de que arranque los partidos como extremo derecho, ejerce de referencia en ataque con frecuencia apoyado en Jordi Alba, Andrés Iniesta, Ivan Rakitic y el propio Suárez, además de Sergi Roberto y Gerard Deulofeu, criados con su misma formación futbolística. Messi se siente cómodo sin Neymar y cuando el rosarino sonríe el Barcelona es candidato a todo. Líder de la Liga y tras vapulear al equipo que le eliminó en la Champions League, el club azulgrana sigue creciendo a pasos agigantados de la mano de su incombustible santo y seña.
