Cuando Gignac llegó al futbol mexicano como subcampeón de goleo de la Ligue 1, se especuló sobre el tiempo que duraría en Tigres y la valía de su contratación. Un jugador francés, en buen momento futbolístico, que eligió esta liga para seguir creciendo fue calificado como atípico.
Hoy, es ídolo en Tigres porque, además de su talento comprobado, ha conectado con una afición exigente y se ha adaptado a la vida en el país. Con tres títulos de Liga MX, el delantero dijo para La Provence que está feliz en el cuadro universitario y no piensa en irse ahora que el mercado de verano estará abierto.
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Gignac ha servido de mensajero sobre la vida en México y desde 2015, su incorporación ha servido de referencia para otros más, como Jérémy Ménez, a quien aconsejó antes de firmar con el América.
