LOS PICOS DE MARADONA Y CANIGGIA
"Si Cani le hace un gol a River, le doy un pico", prometió Diego Armando Maradona en la previa del Superclásico del Clausura 1996. Y la frase se ve que motivó al Pájaro, que en la Bombonera le marcó un triplete al Millonario y se llevó tres besos de parte del Diez, en una imagen que quedó para la historia.
LOS DEDOS DE LUIS SUÁREZ
La carrera de Luis Suárez pudo haberse terminado a los 15 años, cuando dejó de tener ganas de ir entrenarse en las inferiores de Nacional porque su novia Sofía se había ido a vivir a Europa. Sin embargo, ella le pidió que siguiera. El delantero se propuso triunfar, para algún día ir a buscarla. Cuatro años después, lo vendieron a Holanda y ella se fue a instalar en su casa. Hoy es su esposa y la destinataria de las dedicatorias de cada uno de los goles del delantero, junto a sus hijos Benjamín y Delfina: un beso en el dedo para cada uno.
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EL BEBÉ DE BEBETO
El 9 de julio de 1994, Bebeto eludió al arquero Ed de Goey, marcó el segundo gol de Brasil en el cruce de cuartos de final del Mundial de Estados Unidos contra Holanda y salió corriendo hacia el lateral mientras acunaba un bebé imaginario. Un gesto de amor dedicado a su hijo Mattheus, nacido dos días antes, que se convirtió en una de las imágenes más icónicas de aquella Copa del Mundo, Hoy, el bebé de aquella celebración tiene 23 años y juega profesionalmente en Sporting de Lisboa, de Portugal.
DE BATI PARA IRINA
Gabriel Batistuta se caracterizó por ser un goleador despiadado, dueño de una pierna derecha capaz de perforar cualquier red. Sin embargo, en el fondo, Bati es un romántico. Y así quedó claro en un Fiorentina-Milan, donde el delantero inmortalizó uno de sus festejos más recordados: después de romperle el arco a Dida de tiro libre, el santafesino se acercó a la cámara de TV y le gritó al mundo "¡Irina, te amo!". Pero el amor se terminó: hace cuatro años, la pareja se separó luego de dos décadas de matrimonio.
EL LOCO AMA AL PINCHA
El día que jugó su último partido en La Bombonera, un emocionado Martín Palermo habló por los altoparlantes para despedirse de los hinchas y, durante su discurso, aclaró: "Soy hincha de Estudiantes, pero siempre los voy a llevar en mi corazón". A lo largo de su paso por el Xeneize, el Loco nunca ocultó su amor por el Pincha. Incluso, durante un partido contra Gimnasia, usó botines con los colores del León y luego de convertir un gol, se los besó.
EL BETO, UNO PARA TODOS
Durante el tramo final de su carrera, Alberto Acosta volvió tradición su celebración con los cuatro dedos hacia el frente, apuntados hacia la cámara, en un gesto de dedicatoria hacia su mujer y sus tres hijos. Fue una manera de cortar por lo sano: "Cada vez que metía un gol, mi hijos me pedían que se lo dedicara, mi mujer lo mismo. Y yo no metía tres goles por partido. Cuando nació la más chiquita, se me ocurrió ese gesto para abarcar a los cuatro y listo, todos contentos".
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RENATO SE PUSO CARIÑOSO
Jugaban Niza contra PSG y, para evitar que Renato Civelli sacara rápido un tiro libre, Zlatan Ibrahimovic se paró frente a la pelota en el momento en que el argentino iba a patear. Ambos quedaron frente a frente, pechito con pechito, y el defensor aprovechó para dejarle un cariñoso beso en el cuello al sueco, que no le correspondió el gesto de amor y lo empujó.
UN GUERRERO DEL AMOR
Colombia y Perú se enfrentaban 2007. Aquivaldo Mosquera se enojó con Paolo Guerrero y buscó ponerse cara a cara con el delantero para encararlo. Sin embargo, el goleador no quiso abandonar el espíritu amistoso del partido y contestó a la reacción del defensor cafetero con un tierno beso en los labios. Un amor.
