El Barcelona ha cerrado una primera vuelta para enmarcar donde mantiene el invicto y una generosa distancia con los perseguidores, Valencia y Atlético, además de haber descartado definitivamente al Real Madrid para el título de LaLiga, con solo 19 jornadas disputadas.
Tal es el poderío que ha demostrado los azulgranas en esta fase del curso, que ni siquiera encajando dos goles han perdido ningún partido. Ocurrió en dos ocasiones: la primera ante el Celta en el Camp Nou, que terminó en empate, y la más reciente ante la Real Sociedad en Anoeta, con un 2-4 que disipaba definitivamente la maldición culé en el estadio donostiarra.
Otro de los detalles a tener en cuenta es que los hombres de Valverde han visitado ya gran parte de los estadios más complicados del campeonato o de los que peores registros tienen tradicionalmente los blaugranas: como Anoeta, San Mamés, Bernabéu, Metropolitano, Mestalla o La Cerámica.
Los 52 goles a favor y los 9 encajados, solo superados por el Atlético, hablan muy bien del poderío ofensivo barcelonista y de la capacidad defensiva. Dos pilares sobre los que se está asentando este líder sólido, que puede presumir de ser junto al Sporting de Portugal y Porto los únicos invictos de las principales ligas europeas.