Carlos Bacca no está pasando por su mejor momento futbolístico, el colombiano salió del Milan en medio de muchas dudas y en Villarreal tampoco ha logrado convencer. Sin embargo, este jueves fue vital para salvar el empate 2-2 del cuadro de Castellón ante el humilde Slavia Praga en la Europa League, la competición que mejor le sienta y la que le ha dado sus mayores glorias deportivas.
En apenas media hora de juego, Tomas Necid y Danny sacudieron las redes del elenco local. Sobre el final de la primera mitad llegó la reacción: el toledano Manuel Trigueros definió con eficacia tras la asistencia de Pablo Fornals, mientras que el colombiano estampó el de la igualdad a un par de minutos del descanso al fusilar al portero Jan Lastuvka.
Y es que el golazo en el Estadio La Cerámica -el tercero con la casaca del Submarino Amarillo- hizo recordar al mejor Bacca, ese que conquistó dos veces el viejo continente a punta de talento, sacrificio y, sobre todo, goles y de gran factura.
El delantero cafetero suma un total de 40 partidos en la Europa League, con un saldo de 18 goles, 17 con el Sevilla, equipo con el que logró dos coronas consecutivas ( 2013/14 y 2014/2015) en este torneo durante el mejor momento de su carrera.
Con sus goles, Bacca espera liderar al Villarreal hasta la gran final en Lyon y para disputar el primer título europeo para los valencianos y el tercero en su cuenta personal.
