Boca Tigre Superliga 10032018JAVIER GONZALEZ TOLEDO/AFP/Getty Images

Boca apostó y ganó: ya está listo para jugar ante River

“La Premier League es más importante que la Champions”. La frase la firma Pep Guardiola y, lejos de comparar a una de las competencias más prestigiosas del mundo con un Superclásico, Guillermo Barros Schelotto suscribió a ella con sus acciones. El 0-2 en La Paternal hizo tambalear a un conjunto que rara vez muestra sus debilidades y el DT, a sólo unas horas del partido más trascendental del semestre, no quiso volver a arriesgar: afuera los suplentes, adentro los titulares.

Por más que muchas veces se quiera medir con los millones el funcionamiento de los equipos, Boca evidenció por qué unos están muy por encima de los otros. De la apática derrota con Argentinos, el Xeneize volvió a demostrar algo más de lo que solía tener ante Tigre y el gran responsable de ello fue Pablo Pérez, quien, con su regreso, devolvió el juego que tanta falta hacía. Generó no menos de seis chances claras para convertir, volvió a ser firme en defensa con la vuelta de Barrios como estandarte y tuvo en gran nivel al trío ofensivo.

Pero tuvo que batallar de más: algunas buenas apariciones de Julio Chiarini y especialmente varios errores a la hora de definir dejaron el resultado en vilo, lo que terminó capitalizando Perez Acuña a minutos del final para poner el 1-1 a nada del final (el 1-0 había sido de Cardona de penal). Guillermo se la jugó y la movida le salió perfecta. Desde el resultado y desde el rendimiento fue una inyección anímica. Mereció ganar claramente y lo hizo sufriendo, yendo a la carga en el último minuto, gracias a Leo Jara, el autor menos esperado. La explosión en el banco, similar a aquella en el Monumental el día del 4-2, y el festejo de cara a la gente de los jugadores así lo demostaron: este Boca está listo para enfrentar a River.

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